Sin embargo, no podía corresponder a sus sentimientos.

No solo eso, sino que además no lo amaba. Las cosas entre los dos no habrían acabado bien. Solo podía esperar que él pudiera alcanzar su felicidad con el tiempo.

Esa era la única bendición que podía darle.

Parecía que Lucas me entendía. Oí un suspiro fuera. Lucas dijo: "Señorita, lo que más temo es cuando usted actúa así".

Volví a escuchar pasos. Entonces oí a Lucas decir: "Está en el armario. Me llevaré a LG conmigo. No te preocupes, me aseguraré de que LG no vuelva a ser una amenaza para ella".

Una voz fría preguntó: "¿Está herida?".

"Sí. Llévala al hospital".

La puerta del armario fue finalmente abierta por alguien de fuera. Miré a Zachary, que estaba de pie frente a mí. Sonreí débilmente y le consolé: "Una vez dijiste que estaría a salvo aquí y que mientras me escondiera aquí, vendrías a rescatarme".

Dije débilmente: "Zachary, realmente temía no poder aguantar mucho más hasta que vinieras".

El armario no era la única