"En el pasado, nunca imaginé que estaría tan apegado y enamorado de una mujer. Ahora la anhelo tanto que no quiero separarme de ella ni siquiera un minuto".

"Espero que ella esté siempre a mi lado. Puede ser simplemente que leamos un libro juntos o que tengamos una pequeña charla. Disfruto de cada conversación. Mientras esté con ella, me siento bendecido".

"Bel, gracias por la plenitud que me aportas. Ahora siempre estoy feliz. Naturalmente, esta felicidad va unida a una especie de miedo. Siempre tengo miedo de que te pase algo. Por esa razón, tengo que hacer todo lo posible para protegerte. Te prometo que compartiré tu dolor contigo a partir de este día. No dejaré nunca que te hagan daño".

La repentina confesión del hombre me sorprendió gratamente.

Le miré y le dije: "Segundo hermano, yo...".

Zachary me interrumpió antes de que pudiera decir algo. Dijo suavemente: "Ya me voy".

"Todavía quiero hablar contigo", le dije con dulzura.

"Sé una buena chica. Hablaremos de camino a