“¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué te fuiste de la casa de Kenzie?”, preguntó Carlos. Tenía sus manos en la cintura y sacudió consternado su cabeza a Kate. “Te das cuenta de lo mucho que me tenías preocupado. ¡Estaba a punto de ceder mi campeonato!”.

Kate mordió su labio. Miró sus manos antes de volver a mirar a Carlos. Respondió delicadamente: “Yo… yo quería ver tu juego. No pensé que hubiera ningún peligro, teniendo mis guardaespaldas alrededor”.

“Además, te he observado jugar en la televisión durante años. Y la única vez que vine a tu juego, me rechazaste. Siempre he querido verte durante los campeonatos. Y ahora que estamos juntos, lo anhelaba más”.

“Ya estaba aquí y cuando se me ocurrió la idea, yo… yo no pude resistirlo”, reveló. “Yo… yo simplemente quería verte personalmente… ver la gloria que sintieras cuando ganaras el campeonato. Quería compartir tu felicidad, sentirla, incluso si no podía abrazarte. Verte fue lo suficientemente gratificante”.

Carlos cerró sus ojos, pasó los