El camisón sensual rosa de Kate le fascinó a Carlos. El material de seda abrazaba su cuerpo de cerca mientras la longitud llegaba hasta la mitad de sus muslos. Después de ser desafiado a otorgarle a Kate su recompensa, su mano viajó desde su cintura hasta su muslo. Mientras miraba sus ojos azules, acarició su piel hasta que se metió debajo de la tela de seda.

Un siseo salió de sus labios cuando agarró su culo. Tragó, dándose cuenta que Kate no tenía ropa interior.

Vio a Kate sonreír maliciosamente. Mordió su labio, sus piernas se apretaron juguetonamente alrededor de su cintura. Un suspiro lujurioso se escapó de sus labios antes de bajar, mirando su melocotón. Sostuvo ambas rodillas y rápidamente separó sus piernas.

“Guau, muy hermoso”. La garganta de Carlos se sintió seca, al ver la suavidad de los labios inferiores de Kate. Claramente, su novia se preparó para su regreso y eso lo complació. Sus dedos primero tocaron su raja, provocándola mientras examinaba ocasionalmente su reacci