Punto de vista de Lucifer:

Estaba de pie dentro de mi estudio apretando mi puño formando una bola. Mi verga se movió dolorosamente dentro de mi bóxer.

Otra vez voy a tener cojoneras.

¿Por qué diablos tenía que abrazarme? Para empeorar las cosas, ella también me besó.

Su cuerpo suave, diminuto y delicioso presionado contra mi pija parada me dio ganas de comérmela.

¿Sabía que despertó al león dormido? Si ella estuviera parada aquí por más tiempo, desgarraría su ropa y la follaría en mi escritorio.

Ella ya creó una tormenta en mi vida.

¿Y qué acababa de decir antes de salir de mi habitación? ¿Que yo era su héroe? Su salvador. Niña estúpida. Yo no soy un héroe. Yo soy el peor villano, incluso los demonios del infierno temblarían al verme.

Y ella me consideraba su héroe mientras planeaba miles de formas de atraparla, atarla, marcarla. Luego, hacer que su cuerpo se retuerza debajo de mí, hacerla gritar mis nombres, follarla hasta que se cubra con mi semen y esté demasiado dol