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- ¿Se parecía al Alpha Nadir ? - Yo solo asentí mirando al techo - El Alpha no es tan malo como parece luna.

- Eso no me lo ah demostrado - Suspire - Pero, el me dejo en claro que yo no soy Anna y yo ya estoy pensando que el nunca va a hacer mi Aarón.

- Hay luna, espero que todo esto se acabe - Me acarició la mejilla - Solo no desobedezca al Alpha de nuevo, es su mate - Negué llorando.

- El no es mi Alpha y mucho menos mi mate - Me miro triste para luego despedirse de mí y irse.

Nadir P.O.V

Estaba dando vueltas afuera del cuarto preocupado. Me pase demasiado, ella no se merecía esto.

Te vas a arrepentir

No lo creo, ella es una zorra, no es Anna.

Me mantuve tranquilo escuchando lo que decían.

- Usted se parece mucho a la luna Anna - Escucho que Amanda le dice a Jade.

- Muchos me lo han dicho - Escuche que lo dijo algo sarcástica.

- Bueno - Guardo silencio unos segundos, hasta que Amanda prosiguió -

Cuénteme¿ como fue su mate ?

- Pues - Suspiro y pude notar en su tono de voz, felicidad - Tenía el pelo negro, facciones como todo un modelo - Rodee los ojos y ellas rieron - Si era celoso, por que fue el alpha de su manada, siempre me protegía y siempre estuvo conmigo - Lo último lo dijo susurrando y algo triste.

Me aleje de allí y bufé, esperaría que Amanda saliera para darle algunas reglas, sobre este castillo y de que puede hablar y de que no.

- Jade - Dije entrando con los puños apretados - Necesitas saber unas pequeñas reglas acerca de qué no hacer, o no hablar en esta casa - Asintió nerviosa.

- Si - Miro hacia abajo.

- La primera, cada que te hable, no puedes mirar hacia otro lugar que no sean mis ojos - Subió la mirada encontrándose con mis ojos - Buena lobita - Sonreí y sabia que se había enojado por eso - Dos, no puedes ir a los dormitorios del lado oeste, si te atreves a atravesar algún dormitorio, serás castigada severamente - Asintió - Tres, no puedes salir del castillo, este es tu nuevo hogar - Frunció el ceño.

- Esto es como una cárcel - Me contuve para gritarle y respire hondo.

- Cuatro, no puedes hablar hasta que yo no pida tu opinión - La fulmine con la mirada - Y cinco y la más importante, no puedes acordarte de tu antiguo mate.

La tome de la barbilla acercándola a mi.

- Por qué ahora yo soy tu Alpha, no puedes pensar en alguien que no sea yo - Le planteé un brusco beso, haciendo que se moviera incomoda.

- ¿Pero tú sí puedes pensar en la tuya ? - Me sorprendió la forma tan seca que lo dijo.

- Yo puedo hacer lo que yo quiera pequeña ingenua, no te metas en los problemas que a ti no te importan

- ¿Por qué no han de importarme ? - Dijo con tono furioso - Ahora tú eres mi mate.

- Seré tu mate ahora, pero tú nunca serás la mía, me atraes, si, pero no te hagas ilusiones que estás aquí solo para que me sacie de ti.

Se quedó callada y se sentó.

- Como usted quiera Alpha - Recalcó la palabra Alpha sumisamente.

- No me hables de usted Amanda, pronto nos casaremos y serás mi luna.

- Lo sé Alpha, pero lo tengo que respetar - Apreté mis puños.

- Cállate o te voy a dar diez latigazos.

- Haga lo que usted quiera Alpha, yo aquí estoy solo para saciarlo.

La mire como dandole una advertencia.

- Sigue así pequeña estupida, por que cada acción tiene su reacción y déjame decirte que no sería una linda reacción de mi parte.

Se mantuvo callada y yo me fui de allí dando un portazo.

Me metí a mi despacho y bufe.

Odio a esta niña

Agarre mi teléfono y le hable al organizador que esta haciendo todo de la jodida boda.

- Alpha - Escuche de la otra línea - ¿ que se le ofrece ? La boda estará lista para dentro de un mes.

- No - Gruñí - La quiero máximo lista en tres semanas y si se pudiera este sábado mejor - Trago duro.

- B, bien Alpha deje checo eso y le aviso - Se noto su nerviosismo pero no me importo.

- Bien.

Colgué

- Eres un idiota hermano ¿ que le hiciste a la pobre ?

Me sobresalte, mi hermana estaba delante mío con su mirada viéndome claramente enojada.

- ¿No pudiste tocar antes joder ? - Me toque la cien y suspire frustrado.

- No - Dijo fría viéndome enojada.

- Amelia, no quiero lidiar con problemas tuyos, vete y relájate con tu esposo.

- No son mis problemas Nadir, son los tuyos. Estas arruinando la vida de esa pobre chica - Se acercó más a mi - ¿No entiendes que su mate también murió, como Ana - Gruñi.

No te permito que digas su nombre en esta casa Amelia

- No te permito que digas su nombre en esta casa Amelia.

- ¿Por qué? ¿Me castigaras? ¿ Me dejaras encerrada? O peor ¿Me mataras de hambre ? - Dijo sarcástica - Haz lo que quieras joder, pero si esa chica - Señalo la puerta - Estará aquí para sufrir, es mejor que la dejes.

"NO" Rugió mi lobo.

- No la voy a dejar Amelia, o al menos yo no lo haré.

- Lo sé Habbad - Suspiro - Pero has entrará en razón a mi hermano, por favor, la chica esta llorando a mares y no ah querido comer.

- Lo haré - Bufe.

Habbad tomó posesión de mi cuerpo y se acercó a mi hermana.

- Gracias Amelia - La miro dulce.

- De nada Habbad - Salió de allí no sin antes dedicarle una sonrisa a mi lobo.

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