«Tortolitos en abstinencia» Blas no tiene idea de qué responderle, por lo que Fedora sólo se acerca a él y lo mira con seriedad. —Vamos respóndeme… ¿Trajiste alguna muchacha aquí? —Blas la atrae hacia él y le dice sin pestañear, mirándola directamente a sus ojos. —No. Nunca he traído aquí ni siqu
«No prometo nada» Las vacaciones de Nita se han terminado y debe regresar, y con ella Fedora también. Se encuentra en su cuarto ordenando sus cosas para regresar a la vida del palacio, mira todo el lugar para asegurarse de que nada le falta y con un suspiro triste se sienta en la cama, se mira la
«Nadie la ayudó» Fedora siente su cuerpo tensarse, respira profundo antes de hablarle para calmarlo y con suaves palabras le responde. —No me hizo nada, sólo no nos llevamos bien… “Fedora, amor, no me mientas. Mira, no voy a presionarte para que me cuentes, sólo te pido que tengas presente que yo
«No quieres saberlo» Cuando Fedora se despierta por aquel olor que conoce tan bien, abre los ojos y se encuentra con ese rostro tan hermoso que le llena el corazón. Sonríe al ver esa mirada atenta y que la llena de una seguridad que nunca sintió antes. —¿Cómo estás hermosa? —esa voz ronca la estre
«Ya no hay miedo» Entre los dos se encargan de cuidar de Blaise, Fedora se pregunta cómo es que Blas se preocupará de todo si no se apartado de ella en todo el día, pero también agradece que quiera estar con ella en un momento así, porque se siente vulnerable como si fuera una adolescente nuevament
«No la toques» Yerim camina hacia ella con una sonrisa que a Fedora sólo le provoca más ira, esas ganas de rematarlo, esa sed de sangre… de su sangre. Jasmine se para a su lado para respaldarla, sin embargo, sabe que no es necesario porque sabe lo fuerte que puede ser la chica cuando se lo propone.
«De Alfa amoroso a demonio» Blas se acerca a Fedora cuando regresan al cuarto de su madre ya que el médico le ha dicho que la dejará entrar para estar con ella unos minutos. —Te dejaré sola un par de horas, te quedarás con mi madre y con mi tía, no creo que ese idiota regrese. —Creo lo mismo —se
«¿Tú desapareciste a Yerim?» En el hospital Fedora sonríe mientras un par de enfermeras la ayudan a prepararse para entrar a ver a su madre, está débil aún por su situación, pero el médico le ha dicho que no tiene nada de qué preocuparse, después de todo está en las mejores manos. Se acerca a la c