Punto de vista de MalachiSostengo a Chloe en mis brazos, todavía sacudiéndola con dulzura para despertarla. Los paramédicos llegan y piden a todo el mundo que retroceda para dejarles espacio. Me siento como si estuviera bajo el agua, todo el mundo se ve borroso con voces apagadas como si estuvieran hablando a cámara lenta. Sólo puedo distinguir la forma de un paramédico que se arrodilla a mi lado para comprobar el pulso de Chloe. "Señor, su pulso es débil", él comienza a decirme; sus palabras son claras como el agua. "Parece que ha perdido mucha sangre". El paramédico dice, casi como si me dijera que es demasiado tarde."AYÚDELA", gruño, haciendo que él salte, pero no me importa. Miro hacia abajo para ver la cara de Chloe, que se está poniendo azul y su piel, antes cálida, está ahora fría al tacto. "Chloe, por favor, no me dejes", grito, abrazándola a mi cuerpo mientras la acuno. Las lágrimas caen incontroladamente de mis ojos y toda la habitación empieza a llorar mientras sostengo
Al entrar en la casa de la bruja, sigo teniendo a Chloe en brazos. "Acuéstala en esta mesa", me dice Sukie, señalando una mesa de madera con un paño blanco. Hago lo que me dice y acuesto a Chloe, y vuelvo a mirar a Sukie. "Entonces, ¿qué hacemos?", pregunto, necesitando algún tipo de señal de que esto va a funcionar. "¿Vas a dar tu vida por la de ella?", pregunta Sukie, con una ceja levantada. "No, he traído a otra persona", afirmo, saliendo hacia mi coche. Abro el maletero y saco a una Evadean atada, echándomela al hombro. Vuelvo a entrar en la casa y dejo a Evadean en el suelo. "Aquí tienes tu vida", digo sin emoción y Sukie asiente sin decir nada. "Ponla en la silla. Tengo que buscar mi daga", me informa, y se va a la habitación de atrás. Pongo a Evadean en la silla y me encuentro con sus ojos con una mirada asesina, a pocos centímetros de su cara. "Me has quitado la única cosa por la que haría cualquier cosa, así que me la devolverás", gruño, manteniendo mis rasgos inexpresivos.
'Esta mujer mayor me acaba de decir que tengo que convertirme en hombre lobo para seguir viva me repito a mí mismo, dejando que sus palabras se hundan. "¡Qué demonios! ¿Cuándo es la próxima luna llena?", grito, mirando a Malachi. "En 7 días", él murmura, con la cabeza baja. Me levanto de la mesa y empiezo a pasearme por la habitación. Malachi llega a mi lado y me detengo para ver sus ojos. "Luna, todo saldrá bien. Podemos transformarte esta noche, o mañana si necesitas un día para descansar", él me dice. Me acerco a él, lo miró de reojo, y no puedo evitar fijarme en lo guapo que es su rostro. Solo quiero besarlo, pero entonces lucho contra el trance en el que me tiene su preciosa cara. "¡NO! No quiero ser un lobo", grito, viendo cómo se le borra la sonrisa. "¿Qué quieres decir? Es la única manera de que te quedes con nosotros", él me explica con una mirada confusa. "No quiero perder mi humanidad. Eso es lo que me hace ser quien soy", razono con lágrimas en mi rostro. Malachi me coge
Han pasado cinco días desde que volví a la vida. Ahora estoy preparando el desayuno para Malachi mientras doy de comer a Paisley. La casa está en silencio desde que Marley y los niños regresaron a Nueva York. Todos prometieron no hablar nunca de lo que vieron. Solo faltan dos días hasta la luna llena para que me transformen, y me aterra ser una mujer lobo. Todavía me preocupa que eso cambie lo que soy como persona y que pierda mi humanidad. Me dirijo al columpio de Paisley para dejarla en el suelo y poder terminar de cocinar y, cuando vuelvo a los fogones, le doy la vuelta a la tocineta y remuevo los huevos. Malachi entra, se acerca por detrás de mí y me rodea la cintura con sus tonificados brazos. Siento que mis pezones se endurecen al instante al sentir su pecho cincelado contra mi espalda. "¿Cómo están mis chicas esta mañana?", pregunta Malachi, besando mi nuca. "Hombre lobo, te lo estás buscando, ¿verdad?", digo, dándome la vuelta para mirarlo. "Puede que sí", él dice con una s
Hoy es el día de la luna llena, y la ceremonia será esta noche. Me siento tan nerviosa que apenas si pude dormir. Me doy la vuelta y veo a Malachi durmiendo como un bebé. 'Debe estar cómodo', pienso, con el ceño fruncido, y me levanto lentamente para no despertarlo. Un pensamiento travieso pasa por mi mente. Me dirijo al baño, agarro su crema de afeitar y regreso a la cama, donde Malachi está roncando como un bebé. Suspiro y volteo los ojos con exasperación, pero sonrío al darme cuenta que su mano está en la posición perfecta.Rocío un poco de crema de afeitar en su mano, rezando que no se despierte por el ruido. Me congelo cuando Malachi se mueve un poco, pero no se despierta, así que tomo el extremo de mi trenza de cabello y le hago cosquillas en la nariz unas cuantas veces. Él arruga la nariz, como si quisiera estornudar. Le hago cosquillas de nuevo y… ¡pam! Salpica la crema de afeitar por toda su cara. '¡Jajajaj, síííí!', me digo en celebración, tapándome la boca mientras caigo ha
Doblo en la esquina y veo a Paisley durmiendo en su columpio. La levanto, acurrucándola en mi pecho mientras tomo asiento en la mesa. En el momento en el que bajo la parte superior de mi vestido y revelo uno de mis pechos, para alimentar a Paisley, Malachi entra a la cocina; se puso a mirar a su alrededor, como buscando algo, hasta que me encontró sentada. Levanto la mirada para encontrarme con la suya, claramente nada feliz de verlo. "Luna, lo siento. No fue gracioso, no sé por qué dije eso", dice Malachi tartamudeando, mirándome como pidiendo perdón. "Eso sucedió hace poco, es demasiado pronto para hacer bromas", lo regaño con voz severa, todavía mirando a Paisley. "¿Qué pasa si la transformación no funciona y hoy termina siendo mi último día?", exclamo, con una lágrima rodando por mi mejilla.Malachi me mira con cara de arrepentimiento. "Lo siento Chloe. Por favor, perdóname. No lo dije en serio", él suplica, arrodillándose frente a mí. "Luna, esto funcionará. Serás más poderosa, y
Mi cuerpo cae al suelo, y quedo postrada de dolor mientras cada uno de mis huesos se rompe. Miro a mi alrededor de forma frenética, buscando entre la multitud, y veo al lobo de Malachi mirándome. Miro hacia abajo y veo unas patas de color marrón claro cerca de mis manos, al mismo tiempo que veo a Malachi caminando hacia mí lentamente y mirándome a los ojos. "Luna, ¿estás bien?", pregunta Malachi. Doy un salto hacia atrás, girando mi cabeza de lado a lado. "¿Cómo dijiste eso?", le pregunto con curiosidad, y luego me doy cuenta de que acabo de hablar con él sin mover mi boca."Somos pareja. Podemos comunicarnos mentalmente. Así es como los hombres lobos se comunican en su forma de lobo, y también podemos hacerlo en nuestra forma humana", él explica, acercándome y frotando su hocico en mi cuello. Le doy un pequeño golpe con mi frente, y escucho que Paisley comienza a llorar. Giro mi cabeza y la veo en los brazos de Cypress. Camino hacia ella y Cypress se arrodilla para dejarme verla. Par
Corro por el bosque, saltando sobre las ramas de los árboles y las rocas, aterrizando perfectamente. Puedo oír que Malachi no está muy lejos de mí, así que me esfuerzo más en poner algo de distancia entre nosotros. Cuando finalmente salgo del bosque al campo abierto junto a la casa de la manada, Malachi pasa corriendo a mi lado. Empiezo a correr más rápido, tratando de atraparlo, pero él es más rápido que yo. "Presumido", gruñí, poniendo los ojos en blanco.Llego al patio, reduciendo la velocidad a una caminata cuando cruzo el umbral de la propiedad, y veo a Amelia y Paul sentados en el columpio del porche. Escucho un ruido detrás de mí cerca, y cuando me doy la vuelta puedo ver a una loba rubia huyendo. 'Esa es la misma rubia de antes. ¿Qué está haciendo?', pregunto, entrecerrando los ojos. 'Parece que quiere algo', declara mi loba. Escucho pasos acercándose a mí, así que me doy la vuelta y veo a Malachi, que viene hacia mí. "¿Qué te pasa, Luna?", él me pregunta. "Alguien está merode