Aurora. Ha pasado más de una hora, después de presentarnos ante el pueblo, hemos entrado al gran salón, el mismo donde Daren fue coronado hace pocos días. Por un momento Kaisser pudo estar cerca de mí mientras Gabriel se alejó un poco, está charlando con un trío de militares que portan sus uniformes de gala. Un mozo pasó frente a nosotros con una bandeja llena de copas de vino, yo agarré una y bebí un trago, realmente lo necesitaba, luego Kaisser me dijo: —No vayas a las catacumbas. —¿Por qué? —No te ves bien, creo que vas a desmayarte, estás muy nerviosa. —Por supuesto que no estoy bien, me está matando la angustia, Gabriel está demostrando cosas en su personalidad que me causa incertidumbre, estoy convencida hoy más que nunca de que él puede matar a mi hijo… me persiguen las desgracias, o quizás soy yo la que atraigo cosas malas hacia mí y hacia los que amo. —No seas tan injusta contigo, el embajador ha tomado sus propias decisiones, tú no lo ayudaste ni lo condujiste a esto, d
Aurora fue a la cocina y sacó un cuchillo, lo escondió en el bolso que tenía colgado en su hombro. También buscó una linterna que Kaisser había dejado escondida en una gaveta y un manojo de llaves que consiguió, eran las copias de las celdas de la catacumba. Nadie vio a Aurora en la cocina, a esa hora no había personal en el área, pues estaban en sus quehaceres en otra área más cerca del salón. Luego salió al jardín y cruzó hacia donde había un gran patio exterior, el cual había que atravesar, para después bajar unas escaleras y tomar el pasillo hacia donde se encontraban las catacumbas, ella tenía el celular y usó el mapa de ubicación de todas las áreas del palacio.Caminó a prisa pero con cautela, especialmente donde había guardias. Mientras tanto Libeyka bajó las escaleras y se dirigió hacia el gran salón, llevaba consigo una sonrisa maliciosa, pues sabía que con la información que pensaba entregarle a Gabriel, haría que Luna estuviera en problemas. Se acercó a donde él es
A pesar del apestado olor que reinaba por todo el lugar, Aurora logró rastrear las partículas del perfume que usaba Valka, así llegó a donde la mujer se encontraba. Se asomó a través de la reja, la luz del pasillo era insuficiente para ver con claridad. Sacó el manojo de llaves y comenzó a probar una por una en la cerradura mientras que las manos le tiemblan. —¡Maldición! ¿Cuál es la llave? Continuó intentándolo, de pronto habló Valka. —¿Quién está ahí? Aurora no le contestó y continúan lo que estaba haciendo, Valka no pudo moverse de donde estaba, porque estaba encadenada de manos y pies recostada a la pared. Aurora y fin pudo abrir la reja, entonces suspiró hondo antes de entrar y comentó: —Ha llegado la hora de acabar contigo Valka. La mujer la visualizó. —¿Qué haces aquí Luna Meyer? Le habló con una voz estridente, Aurora la miró con ojos aplastantes, la observó de arriba abajo, Valka estaba sucia y su cabello se notaba húmedo, mojado en su propio sudor. —Es inc
—Vete Calíope, lo menos que necesito es que me estés aquí espiandome. —No tienes que asesinar a Valka, mírala, ya está pagando todo lo que te hizo, si la matas descansará en el templo de los dioses, ¿no crees que merece estar en este horrendo lugar, aquí pagará todo el daño que causó a todos, no solo a ti, también engañó a Daren, hizo infeliz a Libeyka y a otros miembros de la familia. —¡Libeyka es igual a ella! —No tuvo elección. —Valka intervino. —Él tiene razón, no tienes que matarme. —Aurora la miró con odio. —Si voy a hacerlo, levantó el cuchillo y con toda su fuerza lanzó su brazo contra Valka, iba directo al lado izquierdo de su pecho, pero Calíope la detuvo, Valka chilló como una hiena cuando está herida, Aurora había cerrado sus ojos para no ver su propio acto de violencia que estaba cometiendo, pero al sentir la mano de Calíope sobre el cuchillo los abrió, él lo tenía agarrado de la hojilla y lo arrancó de dónde lo había clavado, cerca del hombro de Valka. —Suelta
Aurora jamás había sospechado nada acerca de los sentimientos que Calíope tenía hacia ella, anonadada le dijo: —¿Qué significan tus palabras? —Significan que yo te vi primero, desde el primer momento mis ojos te amaron, te vi por primera vez en el campus, estabas sentada sobre la grama charlando con tus dos amigas; pasé cerca y me quedé mirándote, aún recuerdo tu sonrisa, tu cabello largo y ondulado bailando con el viento, tu aroma impregnó mi naríz para siempre; no puedo describir la impresión que provocaste dentro de mí. —No sé que decir… —Todos estos años lloré tu muerte, intenté olvidarte de mil maneras, divirtiéndome con muchas mujeres, humanas y licántropos, pero jamás pude perdonarme mi propia cobardía; casi muero y resucito en ese bosque cuando vi tu lobo —a Aurora de él aguaron los ojos—. No sabes cuánta alegría has traído a mi corazón, siento que resucité contigo, me hiciste vivir nuevamente, esta vez no seré el mismo cobarde de siempre, aunque tenga que dar mi vida
Daren se encontraba escondido en un búnker de guerra, el cuál estaba a diez kilómetros del palacio de alfa, allí había un equipo médico brindandole la debida atención. Un tío de Daren llamado Theo, él era un importante militar, general del ejército del norte de la región, y un personaje muy notable en la política de la manada, él no le había dado apoyo a Gabriel, muchos militares lo habían hecho, pero otros no; tanto el cuerpo militar y el gabinete de gobierno estaban divididos, aunque muchos solo estaban fingiendo que le daban su apoyo, algunos para protegerse, otros para actuar como espías, como Calíope y sus padres, pero en realidad estaban cocinando un ataque, Theo y muchos otros estaban actuando desde la oscuridad, porque planeaba atacar el palacio en cuanto Daren despertara. Además de Theo también había otros miembros de la familia Castell en ese búnker, incluyendo a Leiya, su hermana.Ella estaba en la habitación con él, cuidándolo, no quería dejarlo solo ni por un momento, T
El guardia de confianza de Gabriel, le informó acerca del estado en que Aurora había dejado a Valka, él resopló y le dijo:—No puedo creer que mi esposa tenga ese tipo de comportamiento, parece una loba salvaje que acaba de salir de la montaña.—La dama está perdiendo mucha sangre, necesito su autorización para trasladarla a la enfermería. —Llévala de inmediato, asegúrese de atarla con las esposas para que no intente escapar. —Enseguida señor.Valka fue atendida por el médico y las enfermeras, el guardia pidió una cama de hierro para atarla con las esposas, una en la mano derecha, porque tenía herido el otro hombro; también ató sus pies. ***En la mañana Gabriel se sentó a desayunar en el comedor familiar del palacio, casi todos los miembros de la familia que vivían allí estaban presentes, él tomó la servilleta de tela y la desdobló, miró la silla a su mano derecha y la vio vacía, pues Aurora no había bajado a desayunar, entonces le preguntó al ama de llaves:—¿Por qué mi esposa no
Un par de horas más tarde, Libeyka fue a ver a Valka, ella al verla se sorprendió un poco.—¿Cómo hiciste para venir?—Estoy viviendo en el palacio, Gabriel retuvo a Draco, aproveché para quedarme, lo convencí de que me dejará venir a verla, no creí que lo hiciera, pero ya vez, lo logré.—Hasta que al fin haces algo útil, al menos lo pudiste convencer, así deberías hacer con tu esposo. Sigue así, hiciste bien en quedarte con Draco.—Aunque si Daren no regresa todo habrá sido en vano, no me interesa quedarme con ese mocoso, pero si lo abandono Daren no querrá verme nunca más, me echará de su vida para siempre.—Ahora más que nunca debes aferrarte a ese niño y fingir que eres una madre muy abnegada.—Sabes que no puedo ser abnegada con ese mocoso.—Pues tendrás que serlo, Aurora Braum ha regresado de la tumba y está muy cerca de ti, ella sabe que el bebé muerto es tuyo y que su verdadero hijo es Draco.—¿Pero qué dices tía? ¿stás delirando por los medicamentos? Aurora está muerta, siemp