Daren.

Cuando el sol estaba por salir, viajé al noreste, no tenía necesidad de hacerlo, pero por dentro sentí la necesidad de ver a Gabriel, pues pude imaginar lo que él debía estar sintiendo en ese momento; yo experimenté algo muy parecido hace pocos días cuando supe que Luna Meyer era en realidad Aurora.

Ella está aquí conmigo, me rehusé a traerla, pero fue insistente, no suelo dejarme convencer, pero necesito suavizar mi relación con Aurora, por eso la traje, porque no quiero que siga pensando que soy un villano, que solo causo infelicidad a su vida, debo acceder a algunas de sus peticiones, complacerla, por eso es mi compañera, para cuidarla y hacerla felíz.

Recuerdo cuando descubrí que estaba con vida, casi se me sale el corazón del pecho cuando olfateé su aroma después de tantos años que me hicieron creer que estaba muerta.

Es la emoción más grande que he experimentado en toda mi vida, pensé que tocaría el cielo porque había recuperado a mi mate.

Debo admitir que no me agrad