El Alfa Supremo Jacking y su beta Amet después de dejar a Mat en la manada Satu Mareen compañía del Alfas de Alfas Costel de Rumanía. Se han ido a París, en lo que el delta Horacio y el general celta Bennu se dirigen a cuidar de la manada. Pues van a tratar de localizar a Sogbo para ir a ver si pueden ayudarlo. Casi están convencidos que los atacó porque Seth lo está obligando con algo. El beta Amet está otra vez en la terraza de la casa donde encontrara a su mitad la loba dorada unicornio Antoni de niña, se introduce en la habitación, nada ha cambiado, parece abandonada. Sale a la terraza donde lo espera Jacking, lo ve que tiene los ojos iluminados y mira hacia un parque.—¿Qué haces hermano? —pregunta también mirando en esa dirección sin ver nada.—Localicé una loba dorada unicornio en aquel parque, Amet —dice señalando el lugar no muy lejos de donde están.—¿Por qué lo sabes? ¿Cómo puedes decir que es un lobo dorado unicornio?—Tu frente en estos momentos está brillando, en el l
Exclama el enorme lobo dorado unicornio muy emocionado abrazados de Antoni. El lobo Ammyt gruñe celoso quitándole el control a su humano Amet y se las quita furioso. Ellos lo miran sin entender porqué hizo eso.—¿Eres su esposo? —pregunta incrédulo el Alfa Helios. —¡Pero no eres un lobo dorado unicornio! ¡Mi hija solo puede casarse con un lobo dorado unicornio!— Sentencia amenazante, avanzando furioso hacia Amet que se convierte en Sobek decidido a defender a su esposa. Jacking se convierte en Alfa Supremo y solo los mira, al momento Helios deja de gritarle a Amet, que estrecha a Antoni posesivamente entre sus brazos, que al fin recobra el conocimiento. Al verlo convertido en Sobek, lo abraza y lo besa, haciendo que él vuelva a su forma humana.—¿Qué pasa, mi Amet?— pregunta con dulzura acariciando su rostro, para luego seguir su mirada fija en el Alfa Helios, y es entonces cuando se gira, al ver la expresión dura y amenazante de Amet y ve a la pareja de lobos unicornios mirándola c
Mat se vuelve visible para los hijos de Ionel y les hace señas de que se queden allí donde están. Avanza despacio hasta abrir la puerta que da al aula, donde mira horrorizado como cinco Varcolaci (demonios vampiros rumanos) tienen a todos los niños elevados en el aire, con las cabezas hacia abajo y pretenden beber de ellos. Pero al parecer, esperan por alguien más que inicie el ritual. No puede entender como los guardias, no les impidieron que llegaran al centro de la manada, y mucho menos, que los lobos maestros de los niños les impidieran hacer eso. Respira profundo, mientras busca en las memorias de su humano Jacking, para ver qué tipo de criaturas son y cómo vencerlos. Enseguida los encuentra. Los Varcolaci son demonios vampiros, que se dedican a perturbar el orden del mundo. Donde quiera que haya una paz establecida, ellos aparecen. Son hombres condenados a vagar por el mundo, porque han sido maldecidos por cometer alguna fechoría y como Sorin la esposa de Ionel, se han dejad
El Alfa Supremo Jacking, en silencio, había estado escuchando atentamente toda la conversación entre el Alfa Helios y la princesa Drisiana. Como el único que conocía la verdad detrás de la historia de Antoni, sabía que no era el momento ni el lugar adecuado para revelarla. Guardando sus pensamientos en lo más profundo de su ser, decidió resolver el problema de la manada Satu Mare.—Bueno, Antoni haz la conexión con ellos, y veremos que pasa, no podemos perder más el tiempo— intervino Jacking—. Alfa Helios, Luna Deva, tienen que asegurar que a los cachorros de Antoni y Amet, no les pase nada. Mi Luna, tú solo intervendrán para salvar a Antoni y sus cachorros, si les llega a pasar algo, ¿de acuerdo? “Amet —le dice por el link— no te preocupes, no dejaré que le pase nada a Antoni.”—Sí, mi Alfa— contestan todos.Los lobos dorados unicornios toman las manos de Antoni y se elevan con ella. Antoni le sonríe a Amet al sentir su corazón acelerado.—Dris, míranos— le pide la Luna Deva.—¡No
Todos se reúnen en la casa del Alfa Costel, quien se está recuperando. A su lado están su beta, Mihai, y su primo, Ionel.—¿Qué ocurrió, Costel? —lo interroga Jacking.—Mi Alfa, recibimos una llamada de auxilio de los hombres que nos atacaron, y luego ellos mismos nos entregaron a los Varcolaci. Pretendían hacernos morder a todos los niños de la manada.—¿Con qué objetivo?—Querían que fuera juzgado por los propios lobos de mi manada. Así ellos obtendrían el poder y tú no podrías hacer nada para ayudarme. Gracias a que llegaron ustedes a tiempo. Gracias, Teka-Her.—No me des las gracias a mí. Tu primo fue quien los derrotó. Cuando llegué, solo llamé a mi Alfa para que viniera a ayudarme. Gracias por llamarme a tiempo.—¿Yo la llamé? —pregunta asombrado Costel.—Sí, pude escuchar tu llamado de auxilio claramente, por eso vine.—Debo haberlo hecho justo antes de perder la conciencia. No recuerdo nada.—Bueno, amigo Costel —interviene Jacking—, creo que le debes la vida a tu primo Ionel.
Dice pensativa Isis, sin dejar de mirar la imagen del primo del Alfa Costel. Mat, aunque hace el intento de no mirarla, casi le es imposible, y con disimulo lo hace, al tiempo que se llena del olor de su Luna.—Y ahora amigo Costel, tenemos que hablar de trabajo muy seriamente —habla Jacking preocupado—. Eres el Alfa de Alfas de Rumanía, no es lógico que tus propios lobos te ataquen. Acompáñame al despacho. Mi Luna, Mert pueden regresar a la casa.—No mi Alfa, te esperaremos, quizá salgamos a pasear por la nieve. La extrañamos, allá en nuestra manada siempre hay calor —dice Isis con cara de súplica.—Hagan lo que quieran mi Luna, pero no se alejen—acepta Jacking, sabiendo que tiene razón.—Yo las acompañaré—, dice Mat, en su papel de Ionel.—Muy bien, yo también iré con ellas si no me necesitas, mi Alfa— se ofrece Teka— también extraño el frío.—Pues mis territorios son muy grandes, si quieren mi Alfa, pueden venir a pasar tiempo con toda la manada por acá, para mí sería un honor alb
Han movido a la manada con éxito, todos los lobos están felices, extrañaban la nieve y el frío. Los Velkans Rojos vuelven a sus territorios. Los Adjulé son los únicos que no están completamente felices, ellos son chacales del desierto. Jacking les dice que si quieren puede regresarlos a África, pero la Luna Úrsula de ellos convence al Alfa Tefen, de que deben aprender también sobre este clima, y se quedan.Jacking cita en su despacho a los Alfas dorados unicornios y a los lobos de la vida, Vera con su hermano y Alfa Fabio. Ha decidido contarles la verdad a ellos. Los ve llegar y los manda a sentarse. Hace las respectivas presentaciones. Para luego guardar silencio un tiempo.—Los he reunido aquí, porque ustedes cuatro están en la misma situación —comienza a hablar despacio, como si midiera cada palabra.—¿A qué se refiere mi Alfa?—pregunta el Alfa Fabio.—Pues como ellos que son los familiares de Antoni, ustedes son los familiares de Julieta. Los cuatro se miran sin entender qué es
Los cuatro lobos se encontraban verdaderamente sorprendidos por la historia que les contaba el Alfa Supremo. Aunque habían escuchado fragmentos de extrañas leyendas e historias sobre sucesos extraordinarios y fuera de lo común, que tenían lugar en la gran manada La Maat Ra, nunca habrían imaginado que ellos mismos habían formado parte de aquellos acontecimientos sin siquiera saberlo.—¿Tercera vida, mi Alfa? —volvió a preguntar el Alfa Favio, visiblemente sorprendido. —¿Está insinuando que hemos vivido nuestras vidas tres veces sin siquiera percatarnos?—Sí, porque yo me vi obligado a reiniciar nuestros mundos varias veces. Lo siento, pero así es, no lo hice porque quise, me vi obligado a hacerlo —confesó muy serio el Alfa Supremo y continuó de igual manera. — Les decía que en nuestra primera vida, nos encontramos con nuestras mitades ya siendo adultos —prosiguió el Alfa Supremo. Jacking se levantó y volvió a transformarse en su forma suprema, abriendo una especie de nube pantalla