Capitulo 58

Mateo se sienta en la escaleras, aquella carta lo ha dejado consternado, recuerda lo trágico de esa noche.

Se salvó de milagro, pero ver cómo aquella manada se desquitaba con su padre de una manera fría, fue suficiente para entender que todo fue una trampa

Había querido bloquear esos recuerdos, lo había logrado, pero este nuevo juicio, esta manera desalmada de revivir su pasado le está quemando el alma.

Ve como Luciana habla desde la distancia, se siente dentro de una piscina donde el ruido es lejano de su voz.

—¡Reacciona Mateo!— le pide Luciana mientras lo toma de los brazos.

Pilar que se enteró de lo sucedido llega para apoyar a Luciana, las dos le dan un vaso de agua en la boca a Mateo para que esté calme sus nervios, pues está tan blanco como una hoja de papel.

— Tengo que ir, yo necesito saber la verdad — Mateo reacciona mientras su voz tiembla, siente que su cuerpo no está preparado para soportar lo que está por venir.

—¿La verdad?¿Crees que Antonio es culpable? — L