Estaba procesando toda la información en un tiempo relativamente veloz. Elir estaba confundido, realmente confundido y no pensaba claramente, hacia minutos que Mía le confeso que tiene una hija.

En esos momentos Parecía un león enjaulado, caminando de aquí para allá, se frotaba la cabeza despeinandose una y otra vez su cabello, gruñia bajito y maldecía internamente, tiene una hija y hasta ahora se enteraba, no sabia que emoción debía de liberar primero.

Su primer pensamiento fue Querer saber todo, todo de ella, conocer cada detalle, la quiero conocer se dijo y dejo de caminar.

-nos vamos -dijo seguro sin un deje de pregunta, se detuvo frente a Mia, que se habia quedado en silencio solo observando.

Tomó su chaqueta y se dirige a la puerta esperando que ella lo siguiera, pero solo estaba ahí sentada que lo veia confundida.

-a donde? -estaba preparada para todo tipo de insultos y maldiciones.

-a ver a mi hija, donde más, la quiero conocer ahora que se de ella no puedo solo caminar.

-no