MILENA:Al despertarme lo primero que hago es dejar un beso en los labios del hombre que ha dormido junto a mí y este ronronea susurrando. —Mía… Con una sonrisa de enamorada me dirijo al baño para hacer mis necesidades. Cuándo me dirijo al espejo para cepillar mis dientes lanzo un grito asustada. —Qué… ¿Qué pasa? Entra Esteban al baño de inmediato con cara de espanto e inmediatamente cubro mi rostro. —Estoy bien, vete Esteban… Susurro sintiendo como mi corazón late a toda velocidad. —Lo siento Milena, pero no voy a irme ¿Qué tienes en el rostro? Me pregunta y escucho sus pasos acercándose a mí. Me oculto más con temor de que no me mire, pero este se acerca a mí cuello olfateando. —Mmm, ¿Desde cuándo hueles tan rico? ¿Será el embarazo? Pregunta con la voz ronca y muerdo mis labios. —¿Mate? Susurra para sí mismo… Al parecer habla con su lobo interno. —Mi… Milena… Por favor mírame. Escucho su voz mientras tartamudea. Con temor quito las manos de mi rostro y lo miro atent
LUCIANA :Estoy segura de que le hice un hoyo al piso de la habitación de tantas vueltas que he dado. —Tienes que calmarte Luciana. Dice mi loba y eso hace que me altere más. —¿Calmarme Sacha? ¿Dices calmarme? Digo empezando a morderme las uñas… Con razón me da tanta hambre… Si es que estoy… No, no, no, voy a pensar en eso aún. Susurro tratando de convencerme a mí misma y tomo asiento en la cama tratando de pensar las cosas con tranquilidad. Respiro varias veces y luego cierro los ojos para concentrarme en cualquier sonido… Y bingo, un pequeño corazón se escucha, es débil pero puedo escucharlo… —No puede ser… Susurro y las lágrimas bajan por mis mejillas empezando a sollozar bajito para que nadie escuche. —¿Estás bien? Me pregunta mi loba sintiendo mis emociones y niego. —Estoy embarazada Sacha… ¿Cómo crees que voy a estar bien? Soy muy joven para tener un bebé. Hablo y vuelvo a sollozar. —Tienes cincuenta y tantos años, eres una señora mayor. Dice mi loba rodando los o
LUCIANA :Ya más calmada y para la hora de la noche, recibo un mensaje de Esteban para ir a la empresa de Mario… Bueno, algo para desestresarme. Pienso y me cambio por unos vaqueros un poco flojo, un polo negro y unos tenis. Recojo mi cabello en una alta coleta y listo. Bajo lentamente las escaleras y observo qué en la sala de abajo está Esteban, Andrew, Milena, Bruno y Robert… ¿Para donde va toda esta gente? Me pregunto terminando de bajar. —Buenas noches. Saludo y todos me prestan atención. —¿Estás lista? Me pregunta mi hermano y asiento mirando a todos. —Ellos… —Nos van a acompañar, es mejor más que menos. Dice mi hermano con una sonrisa y no estoy de acuerdo con su lógica. —Bien, ya estamos todos, es hora de marcharnos. Habla Bruno y todos le seguimos. Observo a Robert que desde aquella vez no nos hablamos y tampoco me interesa hacerlo. Nos dirigimos al garaje donde nos espera una camioneta blindada. Robert se sube en el asiento de conductor, Andrew de copiloto y l
LUCIANA :—Vaya, vaya… No sabía que te habías unido a Andrew Joseph… Que patética eres. Escucho la voz de Mario que se acerca a nosotros con una sonrisa cínica en el rostro. —Al menos me uní a alguien mejor que tú. Le respondo con una sonrisa y este frunce el ceño mientras permanece de pies a unos metros de nosotros. —Eres una zorra Luciana Petrov y hoy vas a morir. Dice con odio en sus ojos y literalmente me rio. —¿Quién lo dice? ¿Un inútil como tú?Le pregunto con ironía y puedo ver la furia en sus ojos. —¡Están rodeando el edificio Luciana! ¿Puedes escucharme?Escucho la desesperada voz de mi hermano y respondo. —Puedo escucharte, tienen que marcharse Andrew y yo nos la arreglaremos. Le digo por medio del enlace. —¡Estás loca! Voy a entrar. Dice y lo corto. —Hazme caso Esteban, Andrew y yo podremos con ellos…¿Bruno está con ustedes no? —Sí. Me responde. —Perfecto, entonces marchense, si en dos horas no me comunico contigo es porque estoy en problemas. Digo cerrando
LUCIANA :—Estoy embarazada, por tu culpa seré madre tan joven.—¿Por mi culpa? Ambos disfrutamos el acto, así que es culpa de ambos. Dice mientras me observa muy tranquilo. —¿Ambos? Te recuerdo que tú echaste tus cosas dentro de mí. Le respondo frunciendo el ceño. —Así es, y disfrutaste que te llenara de mí ¿O no lo recuerdas? Dice con un tono de picardía y tuerzo los labios cayendo en cuenta de algo. —Ni siquiera estás sorprendido… ¿Sabías que estaba embarazada? Le pregunto y este suspira. —Sí. Responde como sin nada y me siento traicionada. —O sea, tú sabías que yo estaba embarazada… ¿Y no me dijiste? Le reclamo alzando un poco la voz y Andrew me mira extraño. —baja la voz, varias personas nos están mirando. Dice para tranquilizarme, pero me importa quién mire. —Me importa un rábano quién o no esté mirando, respondeme Andrew ¿Por qué no me dijiste que estaba embarazada? Hablo en un tono alto y Andrew trata de ocultar su cara con sus manos. —¿Acaso son las hormonas?
—¿Se encuentra bien jefe? Pregunta uno de los magos de Mario que se quedaron a vigilar la zona. —Esa maldita. Dice empezando a toser sangre y el mago lo mueve de lugar para que nadie se dé cuenta. —Esa maldita zorra es una bruja… No se como no me di cuenta antes.Dice Mario respirando con dificultad. —Señor, debe de tranquilizarse para que los otros magos lo curen. Dice mientras le hace seña a unos magos que se encontraban oculto en las sombras. Luego de Mario curarse hace una llamada.—La maldita es una bruja, y el otro es un engendro del demonio. —¿De qué hablas Mario? Tienes que ser claro por qué no te entiendo. Dice el otro hombre con tranquilidad detrás de la línea. —La maldita de Luciana, con la que pensaba casarme para quitarle todo… Es una maldita bruja y voy a matarla con o sin tu permiso. —Espera Mario, no puedes tomarte esto a la ligera… Hay que hablarlo. Trata de razonar el hombre tras la línea. —Razonar mi trasero, he seguido tus ordenes por años Rogelio… Te
ANDREW :—Andrew… Escucho su débil voz y me desespero. —Lucy… Lucy… La llamo, pero esta no despierta, así que la tomo en mi brazos y bajo rápido las escaleras. Mi celular no deja de sonar y lo tomo para mirar el nombre de su hermano. —Necesito que vengas Esteban, te mandaré la ubicación. Es lo último que digo y termino de bajar las escaleras. —Por favor dime que ella está bien Igor. Le hablo a mi lobo interno, que por lo menos hemos tratado de convivir. —Nuestro cachorro se alimenta de su fuente de energía, cuándo ella utiliza magia se debilita porque eso es lo que él cachorro consume. —De acuerdo… Pero sólo quiero saber si ella está bien… —Por supuesto, aunque debes revisar sus heridas. Escucho la voz interna de mi lobo y la bajo de mis brazos para revisar las heridas. —Él bebe… —Están bien Andrew… Ahora encargate de revisar sus heridas. —Está bien. Respondo mientras observo una herida en su hombro que no deja de sangrar. —Fue hecha con una daga de plata, tardará en
—Mario está muerto señor. Dice uno de los hombres con capucha. —Maldito imbécil, nunca debí de confiar en él. Dice el hombre apretando los puños con fuerza. —¿Qué hacemos señor? —Limpien todo y revisen las cámaras de seguridad, hay que encontrar a los responsables. —Las cámaras fueron destruidas señor… No queda evidencia de nada. El hombre frunce el ceño y pone una de sus manos en su mentón. —No quieren que nadie sepa su identidad… Ya veo.Dice con una sonrisa y se marcha. LUCIANA :El sonido de mi estómago me despierta y al mirar la hora son las tres de la mañana. —Tengo hambre. Susurro para mí misma y me asusto al escuchar la voz de Andrew. —¿Tienes hambre? Su voz algo ronca me hace girar para verlo sentado en un sillón. —Son las tres de la mañana ¿Qué haces ahí? Y además despierto…Le pregunto frunciendo el ceño y él se coloca de pies para acercarse a mí. —Te estuve cuidando toda la noche… Pero me quedé dormido hace un rato y al escucharte moverte desperté… ¿Te encue