Los dias seguian pasando, uno tras otro haciendo que sintiera como si un siglo pasara frente a mi. Tessa me había llevado hacia otro lugar, alejado y poco posible de rastrear. Sabía que se la estaba complicado demasiado a William, era astuta. Como si sabria lo que haria hace demasiado tiempo, los hombres que trabajan con ella parecian tener mucha mas experiencia en esto. Ellos hablaban de forma fria, como si lo último que conocieran seria la empatia. Mientras mas los dias pasaban, un miedo comenzaba a apoderarse de mi cuerpo por completo haciendome perder las esperanzas de que en algún momento William podría encontrarme.

La puerta de la habitación que me mantenian se abrió, por ella entro uno de los hombres junto a tessa. Ciertamente, me preocupe. Tessa era la que siempre me torturaba mentalmente tratando de que pudiera escuchar de mi parte las palabras que queria.

─ ¿Como te encuentras el dia de hoy querida amiga? ─pregunto En un tono sarcastico─. Aqui con mi amigo estabamos pensan