─ ¿Como se encuentra Elena? ─pregunte a mi madre al verla regresar de la planta alta.

Ella soltó un suspiro pesado sentandose a mi lado: ─ Ella esta destruida hijo, es tan dificil de comprender. Pero, su dolor es enorme.

No era tan dificil de comprender madre, entendia ese dolor a mi manera tan distinta. Aún que revisara tierra y mar ella habia desaparecido por completo como si la tierra misma se la tragase. Tenia rabia, demasiada para ser honesta. Me dolía ser tan inútil de no poder encontrarla y me daba tanra rabia a la vez.

─ Hijo .. ─esta acarició mi brazo, confortandome─. ¿Por que no escuchas las palabras de tu padre y descansas, comes un poco? ¿No crees que deberias de cuidarte para poder buscarla?

Negue levantandome del sofa: ─ ¿Crees que es momento para eso madre? ¡Estamos hablando de mi mujer! Ibamos a casarnos hace cuatro semanas y no puedo encontrarla. ¿Sabes lo que es eso para mi?

Ella negó.

─ Exacto .. ─afirmé─. no lo sabes, miro nuestros anillos todos los dias. Tra