YA CASI LLEGA LA BODA, SOPRESAS, SECRETOS Y DEMAS—¡Henry, Camil! Papá mira son mis amigos, mira— Alessandro corría a abrazarlos, a quienes no veía desde hace varios meses, ellos venían acompañados de la mano de Nicolás el esposo de Mariana, él es un empresario del rubro inversionista hacia unos meses se habían casado luego de muchas pruebas al que fue puesto su amor, pero finalmente pudieron enfrentarlas para estar juntos y formar la hermosa familia que hoy en día eran.—Disculpen ustedes, apenas bajaron del auto y lo vieron no los pude detener y me trajeron hasta aquí, soy Nicolás Valladares el esposo de Mariana y el padre oficial de estos diablillos. — Saludando a un nervioso Doménico que tuvo que secarse la mano con el pañuelo que traía en el bolsillo del pantalón.—Papá ¿Podemos ir a la iglesia a ver los adornos? — Miraba Henry a Nicolás quien a pesar de ser pocos meses que estaban siendo una familia ya lo llamaba papá, aunque a Camil aún le costaba un poco.—Pregúntale al pap
FINALMENTE LA DESGRACIA TOCO SUS PUERTAS, FINALMENTE EL MAL TRIUNFOLas palabras carecían de sentido, los murmullos no existían, solo eran ellos dos, solo eran sus miradas que no se podían despegar de la del otro, era ellos en el tiempo, espacio y lugar, eran dos almas que se estaban uniendo para pretender nunca dejarse, eran dos corazones que se unían en uno solo, era la prueba que el amor si existe, era la prueba que por más rota que este tu alma, el amor llega a ti tarde o temprano, con su luz y oscuridad, con sus alegrías y sus tristezas, con sus altas y bajas y por ese amor tendrían que seguir luchando.—Doménico Barbieri le estoy pregunto, ¿Acepta usted a la señorita Rosse Castillo De La Puente? — El padre otra vez tuvo que interrumpir aquella burbuja donde estaban sumergidos, nunca pensó que el amor podría ser tan glorioso si ante tus ojos estaba el ser amado. Lo que sentía en este momento no tenía comparación con nada de lo que le había pasado antes. Eran amores dist
ESPEREN QUE ESO NO ACABA AHI—¿Por qué me odias tanto? — Las lágrimas amenazan con empezar a caer como cataratas, no podía creer lo ilusa que fue, el pensar que él no podría regresar del infierno de donde nunca debió salir, pensar que se rendiría tan fácil fue estúpido, bajo la guardia y ahora está atada y obligada a ver el rostro del hombre que pensó se estaba quemando en las llamas del mismo infierno.—Nacer eso hiciste hermanita, ¿Vas a llorar? Anda llora para tu hermanito, llora si por favor, quiero verte sufrir y retorcerte del dolor hasta suplicar por tu vida, tú arruinaste mi vida y al de mi madre, tú arruinaste mi existencia, te robaste el cariño de mi padre, tú y tu estúpida madre —No quería, pero no podía evitar aun ese momento dejar que el nombre de su madre fuera mancillado.—Si mi padre se enamoró de mi madre, es porque tu madre era muy poca cosa para él, nunca podrás comparar a mi madre con la tuya quien era más que una maldita zorra, que acostaba con todos — No vio en
DESPERTAR DE UNA PESADILLA Y SEGUIR EN ELLA—¡Doménico ayúdame! No nos dejes morir por favor, mi amor ayúdame—¿Dónde estás? No te puedo ver, dime ¿Dónde estás? ¡Carajo ¿Dónde está mi esposa? — Era la octava noche que no podía dejar de tener esas pesadillas una y otra vez, desde que su esposa fue secuestrada ante sus ojos junto a su hijo de seis años, no podía dejar de atormentarse noche tras noche, aun en el día no dejaba de atormentarse, el saberse un maldito bueno para nada que no logró tener a salvo a su familia.Aunque trataba de dormir en el día al cerrar los ojos las imágenes no dejaban de llegar a él como cascadas para gritarle que ahí afuera estaba la mujer que amaba en el algún lugar seguramente sufriendo porque él no supo cuidarla como debía era lo que su mente le decía a cada instante, era el juego que su mente hacía con su cordura, lo estaba llevando a la locura y no lo dejaría en paz hasta que hiciera algo al respecto.MIENTRAS EN EL HOSPITAL—Tienes que despertar Martí
UNA PEQUEÑO RAYO DE LUZ EN MEDIO DE LA OSCURIDADCuando Doménico llegaba a cualquier lugar, su gran altura, su ancha espalda seguido de esos músculos que se amoldaba a su cuerpo como un uniforme de algún superhéroe, todo ese paquete hacía que más de una girara a admirarlo como si de mister universo pasara por su lado. No pregunto, no toco la puerta solo ingreso al consultorio del médico, sin ningún gesto de haber cometido algún error—Te aprecio mucho Apolinaria como si fueras de la familia, pero no entiendo a que me has hecho venir si sabes que mi tiempo debo emplearlo en otras cosas, si tu bebé está bien no hay otra por lo que deba yo estar aquí — Él preferiría mil veces estar haciendo llamadas, hablando con los detectives privados, con los policías que había comprado para acelerar las investigaciones, todo menos estar en ese lugar que le traía tan malos recuerdos, ya que cuando despertó estaba en un hospital logro ser consciente de la pesadilla que sería su vida.—Señor, si no fuer
A VECES LOS SERES INOCENTES SON LOS MAS PERJUDICADOS HACE TRES MESES—Cuando nos casemos me gustaría que tengamos hijos pronto, me ilusiona mucho la idea que dentro tuyo crezca un pedacito nuestro, sé que amas a Fernando como si fuera tu hijo, pero de verdad que pensar que dentro tuyo crezca algo que tuviera de los dos, me llenaría de alegría, pero no te voy a presionar, porque sé que es una decisión muy importante que no se tiene que tomar a la ligera, no es lo mismo que yo quiera a que tú lo lleves — La mirada sorprendida de Rosse era un poema, entre sorprenda y angustia, la palabra hijos no era una que le causaba en ella lo que la mayoría de mujeres sentía normalmente, adoraba a Fernando como si lo fuera, pero traer un hijo al mundo es otra cosa, sentía pavor hasta casi entrar en pánico.—Doménico yo ahora no quiero hijos, más adelante hablemos de este tema — Tratando de dar por sentado el tema.—Pero yo quiero una niña jugando por ahí, una que se parezca a ti, pero mejor no porq
HORA DE DESCUBRIR VERDADES—¡Esto es imposible! No entiendo ni una mierda ¿Qué significa esto Rosse? Ya ni siquiera sé quién eres, ¿Por qué mentirme como lo hiciste?MINUTOS ANTES—Necesito una explicación, necesito algo que me diga dónde está, ni con todo el dinero del mundo puedo tener una explicación. — Estaba cansando de no tener respuestas y ahora más que nunca sabiendo que su hijo estaba en su vientre, quería recuperarla a cualquier costo.—Señor Barbieri tengo nueva información y no sé cómo lo va a tomar —Uno de los tantos investigadores que buscaban a Rosse encontró nueva información, pero no estaba seguro de que hacer con ello, era muy delicado y con el carácter explosivo de Doménico tema por su vida.—¡Habla de una vez carajo! No vez lo delicado de la situación, no vez que mi mujer desapareció hace casi diez días y lo único que has sabido decirme tus ineptos investigadores es que no hay rastro, son tan imbéciles que no saben hacer nada — La sangre le empezaba a hervir como l
TU DOLOR ES MI DOLORCada espacio que daba era caminar o un lugar que gritaba su nombre, cada rincón gritaba el de Rosse por donde fuera. Esas sabanas traían tantos recuerdos por un momento se quedó en silencio y solo se sentó sobre la cama, en completo silencio, sin dejar de observar como la luz entraba por la ventana, trataba de calmarse, trataba de poder guardar la calma y pensar con la cabeza fría, pero era tan difícil aceptar que tal vez se hayan reído de él, pero era imposible él sabía que ella lo amaba, de eso no había duda, era la manera en lo que miraba, era como su cuerpo reaccionaba cuando estaban juntos, nadie podía fingir hasta amar a niño que no era suyo, pero necesitaba respuestas, necesitaba calmar su alma y su corazón, necesitaba hallar aquello que le regresara un poco de paz, aquella que no tenía desde que ante sus ojos le arrancaron la felicidad de sus manos, desde el momento en que ella vestida de blanco fue arrebatada de su lado y al día de hoy no tenía idea donde