¡Ya ahora si estamos cerca de finalizar esta historia! Los amo, que Dios los bendiga.
Nancy Holmes A las dos de la mañana me da sed, y voy a la cocina alumbrando con la luz de mi celular, para no molestar a nadie, abro la nevera y cuando la cierro frente a mi esta BilL —¡Me asustaste!— Le regaño —No puedo dormir, tengo toda la noche en vela consiente que estas a poca distancia de
—Bravo lo logro la bastarda.— Dice él y el señor Alexander se molesta mucho e intenta árdele encima, no le importa el estatus, lo único que le importa es defender a su hija, con uñas y dientes i es necesario. —Espera por favor, no le des importancia, sus comentarios no me afectan yo sé que no soy n
Nancy Holmes Abro los ojos con dificultad, y a mi lado esta Jasón sosteniendo mi mano se encuentra dormido , como una avalancha vienen a mi cabeza todos los recuerdos, mi hermano con el arma disparándome…el dolor intenso en mi pecho y también logre verlo a él, caer mortalmente herido frente a mí.
—Nada importante cariño, tú no debes preocuparte por nada. — Suelta mi padre dándome un beso en la frente, me siento súper consentida por ellos, pero no soy tonta algo está pasando que no sé, pero pienso averiguarlo en casa, tengo todo el tiempo del mundo para hacer de detective. En casa las cocine
Jasón Holmes Me hubiese encantado estar presente en el operativo donde capturaron a Bill, vi todo por las noticias y en ese momento fue que se dio a conocer que la empresa había sufrido de un desfalco, precisamente después que ya teníamos el dinero restaurado en nuestras cuentas. Siempre el desgra
—¿Qué fue la chismosa que está ventilando mi vida privada?— Cuestiono tomandola por los hombros y sacudiéndola con rabia. —Me lastimas.— Se queja ella mirándome con miedo. —¿Viniste a decirme eso?— Cuestiono serio —Vine a ponerme a tus órdenes, sabes que te amo y que no tengo problema en complace
LE CORTARE LAS PELOTAS Nancy Holmes Cuando salgo de la empresa, lo hago con de póker, pero por dentro estoy totalmente destrozada, no puedo creer que después de todo lo que hemos pasado juntos el me haya puesto los cuernos. Por mi cabeza jamás ha pasado la idea de serle infiel, pero cuando subo a
—¿Cómo puede defenderlo después de lo que le hizo a su propia hija?— Cuestiona ella, temblando de rabia. —Porque no quiero que mi hija, le pase lo que a mí, que por una estupidez y calumnias de terceros ellos se separen, ¡no es justo!— Le responde Alexander con calma. —¡Ella lo vio!— Señala, empec