—¿Comiste payaso? M i verdadero padre me llevara al altar, no te necesito pero gracias por la oferta.— Le respondo todavía entre risas. —Quisiera estar contigo hoy, ni siquiera me pasaste invitación.— me reprocha, viéndome a los ojos, no puedo creer que el venga con ese tipo de cosas hasta acá. —
—No más de lo que te quiero yo.— me responde dándome un beso en la frente, ni con estos mega tacones de quince centímetros llego a su altura, yo soy súper pequeña y Jasón y mi padre lucen gigantes delante de mí . —Mejor vámonos, que Jasón va a pensar que te echaste para atrás a último minuto.— Me d
Nancy Holmes. Subimos a mi jet privado, trato de disimular la impresión, Richard siempre gozo de todos mis bienes pero nunca compartió conmigo lo que era mío…Nunca había viajado rodeada de tanto lujo —¿Desea algo de tomar?.— Cuestiona la azafata amablemente. —Una copa de Champaña.— Pide Jasón —N
Nancy Holmes La isla es espectacular, quisiera poder disfrutarla un poco más, pero sé que apenas lleguemos al hotel Jasón no querrá salir de nuevo, lo conozco. Quiere aprovechar el tiempo sin interrupciones de ningún tipo, por una semana tenemos prohibido a nuestros empleados llamarnos por cuestio
—Entonces tiene doble trabajo él, molestarse y contentarse de nuevo.— Respondo y entro a la habitación, a solas ya encargo a la tienda varias cosas que me gustaron y sé que son de calidad, ya tuve un hijo antes y no soy inexperta con lo que me puede servir. Encargue: Un sonajero, biberones, baberos
—¿Dijiste algo?— Cuestiono, oi perfectamente pero le pregunto. —No nada.— Responde finiendo una sonrisa. Cuando llegamos al restáurate me encuentro a mi esposo sentado con una mujer almorzando como si nada en la mesa, lo veo desde la distancia y entrecierro mis ojos, empuño mis manos y me dirijo h
Nancy Holmes Al siguiente día llamamos a todos nuestros familiares y amigos para darles la buena noticia de que viene un nuevo miembro de la familia en camino. Todos se ven contentos y Amelia comienza a pelear con Ethan por el género del bebe, después dicen que van a pedirle a Dios para que sean d
—Tienes razón cariño, pero no sé porque me siento así.— Le respondo. —Ya te voy a quitar todas esas preocupaciones una vez lleguemos a la habitación de nuevo.— —¿Como lo harás?— Cuestiono siguiendole el juego. —Con un masaje en los pies como tanto te gusta.— Me responde el sonriendo al ver mi car