—No tengo nada que hablar contigo. — Me responde entre susurros. —Ya te demostrare que si. — Aseguro con los ojos entrecerrados. Me obligo a comer, ambos nos vamos a le empresa en el mismo auto, pero varios guardias nos siguen. —Di lo que tengas que decir de una buena vez. — Dice ella seria manej
Alice Cole A partir de ese día mi hermano y yo comenzamos a tratarnos como extraños, comencé a evitarlo aunque en el fondo me lastimaba la situación habíamos sido tan unidos antes… Estoy en mi oficina, pensativa mirando a la cuidad y en ese momento entra Max—Hola amor, quería invitarte a almorzar.
—No he dejado de pensar en lo que hicimos hace unos días.— Susurra ronco, y mi piel se eriza, mi respiración se agita y cuando estamos en el ascensor como dos niños traviesos nos damos un beso que me deja más atolondrada. El se separa de mi cuando se abre la puerta y yo estoy aun con la boca abier
—Gracias.— Susurro. —No hay de que, tu eres mi reina y yo te bajare el cielo y las estrellas si me lo pides.— Me asegura. —Tonto, lo único que quiero y necesito es que estés a mi lado por siempre.— Aseguro y nos volvemos a besar. Después de almorzar vuelvo a trabajar a la empresa pero casi no pu
Alice Cole. Bajo pensativa a desayunar con mi familia, cuando me siento en la mesa todos ya están allí. —Buenos días hermanita ¿Qué tal pasaste la noche?— Cuestiona Alec con una sonrisa guasona comiendo como si no se hubiese propasado conmigo anoche. —Perfectamente Alec, sobre todo después de nue
—Alice y yo tomamos la decisión de irnos a vivir junto a partir de ahora.— informa Mar Alec se levanta de la mesa como impulsado por un resorte.—Te prohíbo que salgas de casa sin estar casada.— Ladra dejando a todos perplejos esperaba esa reacción de mis padre, pero de el no, el no tiene derecho a
Alice Cole Un enorme portón negro es lo primero que veo, y muros altos…Max como mi padre se preocupa mucho por la seguridad. —Compre la propiedad hace un mes, se que te gustara.— Me dice con una sonrisa, la fachada de la mansión es impresionante, es como demasiado para mi, que me gusta la sencille
—Te amo.— Susurra, bajando un tirante de mi vestido, y yo debo abrir la boca para respirar, sabía que esto pasaría muy pronto, estaba loca por repetir, soñaba una y otra vez este momento Creí que me estaba volviendo loca, que era mi imaginación que tal vez no era tan divino, pero estoy comprobando