—Porque soy un estúpido y un burro sin corazón como me dice Isabella, porque le hice daño.— Le digo serio. —Yo te parí casada con mi mejor amigo, puedo entender lo que ella paso, eres tas estúpido como tu padre.— Me dice mi madre, aceptando a Isabella de una vez, sin conocerla feliz con la idea de
No pienso descansar hasta que me deje tocarla de nuevo, necesito su cuerpo, no voy a mentir y decir que después que estuve con ella no toque a otra, porque no es cierto, estuve con muchas mujeres, pero el sexo fue mediocre, me sentía muerto, con cada una de ellas Cuando estuve casado con Scarlet, n
Andrew Cole —Cuanto tiempo señor Cole, señora Nathaly.— Saluda Valente con respeto. —Marco, por Dios, después de tanto tiempo, ahora somos consuegros, dime Marco por favor.—Le dice mi padre a Valente. —Querido, hijo nos conto todo, hemos venido de la isla lo más rápido que hemos podido, estoy ans
Isabella Holmes Estoy en mi habitación arreglándome con mi madre y con mi futura suegra, una mujer pequeñita que está feliz de que su hijo se case, y además se volvió loca cuando conoció a Alice, lloro como una niña. Ellos creen que esta boda, es una boda normal, por amor, cuando solo es el medio
Para cerrar con broche de oro la ceremonia, Andrew recibe de Alec una caja negra que contiene los aros de matrimonio, levantó la tapa y extrajo dos argollas de oro blanco recubierto de pequeños diamantes en toda su cara exterior En el interior de ambas argollas están nuestras iníciales unidas por
Isabella Cole Estoy tan caliente que no púedo pensar con claridad...Lo que dice tiene lógica, podemos disfrutar el tiempo que esto dure. —Solo una vez. — Le digo cediendo a mis deseos, solo será una vez, me digo a mi mismas, muerta del deseo. Me quita el camisón rápidamente, no llevo sostén, dorm
Entonces sin vergüenza alguna comienza a tocarse delante de mí, gimiendo mi nombre, creo que voy a hacer combustión instantánea si sigo aquí. Me visto lo más rápido posible y salgo afuera cuando lo hago la madre de Andrew trae en los brazos a Alice desesperada, sin mediar palabras la recibo y allí
Isabella Holmes Entro a mi consultorio y atiendo a todos mis pacientes temprano, a las once voy al consultorio de Andrew, para saber si vamos a comer aquí o en el restaurante de la esquina y me encuentro con una sorpresa inesperada y por demás desagradable, abro la puerta solo un poco y me quedo co