No puedo creer que tuve que esperar un mes entero para verle la cara al que dice ser mi padre.

-¿Dónde está?-Le pregunto a mi nana.

-En su habitación, acaba de llegar hija, deberías esperar unos minutos para platicar con él.

-Nada de eso, ya esperé demasiado para encararlo, ahora me tendrá que escuchar-Comencé a subir las escaleras.

-Al menos no seas tan dura con él, primero escucha su versión-Suplica mi dulce nana, siempre tan inocente.

-Ya veremos-Respondo de espaldas mientras continuo subiendo los peldaños-Y tu ve a dormir un rato, te ves cansada.

Cuando ya me encontraba arriba, fui a toda prisa hasta su habitación y entré sin tocar la puerta.

-Elisabeth, Kleim... No me digas que has olvidado los modales que se te han inculcado desde niña ¿por qué entras sin tener la decencia de tocar primero?

-¿Hablarás de decencia Eleazar?, muy bien-Me cruzo de brazos y camino hasta pararme frente a él-Explícame, ¿Qué tiene de decente que le hayas pagado a la diseñadora Carolina Venetty para qué