Pamela había levantado recién y estaba soñolienta por lo que aún no había visto bien los cambios de su cuerpo y rostro, viendo los rostros de sus padres no sabia lo que estaba sucediendo, en ese momento, Norma su madre le pasa un espejo a toda prisa.

Pamela se mira en el espejo y no podía creer lo que estaban viendo sus ojos, su rostro estaba limpio, todas las cicatrices habían desaparecido, ahora tenia un cutis perfecto, una piel tan suave y rosada, después vio que todo su cuerpo se encontraba igual.

Pamela derramo algunas lagrimas de felicidad junto con sus padres y se abrazaron fuertemente, no entendían que clase de habilidades milagrosas eran estas las que demostraba Seit, pero eran increíbles.

Norma dijo después de limpiarse las lagrimas y recomponerse: Pamela hija, tú….tú te ves bellísima, eres realmente hermosa como dijo Seit.

En ese momento, tocan el timbre y Seit baja de una de las habitaciones de arriba, al verlo les sonríe y les dice: buenos días papá, mamá, c