Luego procedieron a ser espectadores de cómo Charlotte imparte las clases, entre ellos cuchichean y no creen que esa mujer se halla criando en la pobreza. Su nivel de conocimientos, su manera de ser, de expresarse verbal cómo físicamente les hacía dudar de los orígenes de la muchacha. Ellos miraban atentos a todo, de cómo era tan clara al momento de explicar y cómo él joven príncipe parecía absorber todo como una esponja. —Creo que esa mujer miente…— Murmura Carlos, uno de los viejos. —Recuerden que muchas jovencitas que son exiliadas de su familia, luego continúan su vida fingiendo que jamás pertenecieron a una familia noble. Esto para evitar problemas y chisme de la sociedad. —Además sus conocimientos son tan especiales que parece que no perteneció a cualquier familia…— Esta vez habla Simon. —Además miren esa ropa, se viste igual que la difunta reina Sofía y actúa cómo ella…— Martín nota los gustos similares y su forma de ser. —Shhh…— Federico calla a su amigo. —Sabes que no
Luego de la cena, hablaron sobre la boda. Dalin que hablaba con gran emoción sobre los detalles con la madre de Wilfred y la señora Lee, busca que su futuro esposo no se aparte con su padre y que participe de la charla. A Wilfred no le interesaban esas cosas, eso era algo que solo las mujeres veían, normalmente los esposos aportan poco para las ideas. Aún así no hizo más que sonreír y opinar lo que se le ocurriera, pero a la primera palabra que aportó, su madre le dijo que no era necesario.En silencio se retiró y su padre lo acompañó hasta el jardín, ambos se erizaron al sentir la brisa fría. Su padre prendió su pipa y tomó asiento, con su mirada al horizonte le dijo a su hijo.—Espero y sepas lo que estás haciendo.Wilfred sonrió.—¿Dudas de que realmente me he enamorado?—Dudo de muchas cosas hijo, pero quiero confiar que tus planes son para un bien.—¿Quitarme de encima a mi madre, cuenta cómo un bien?Ambos ríen, por fin veían descansar a Karol luego de sus insistencias con su ma
Dobló con cuidado la carta y la metió dentro del sobre y selló, la carta la guardó en uno de los bolsillos internos de su abrigo y abrió la puerta. Justo Dalin estaba por tocar la puerta, ella sonríe encantada de verlo, necesitaba hablar con Wilfred y él mayordomo le había dicho dónde encontrarlo. —Dalin, ¿Sucede algo? —Necesito hablar contigo. Wilfred se hace a un lado y la deja pasar cerrando la puerta. —Ay Wilfred estoy muy emocionada. Todo funcionó muy bien. Ella lo abrazó tomándolo desprevenido, a esta acción le costó reaccionar como era debido, pero poco a poco la fue abrazando. Debía mantener su papel, para que Dalin siguiera con la idea de casarse. —Lo hiciste muy bien, Dalin…— Ella alzó su mirada, sus ojos se vieron fijamente y se atrevió a besarlo. Nadie sabe las inmensas ganas que ha tenido de querer hacerlo y no poder. —Dalin… —Perdón, se que no está bien, pero mi amor por ti me impulsa a perder la cordura…— Ella se aleja y ventila su rostro al sentirlo caliente. —H
Los días pasaron, Karla ya había regresado a Gerbet junto con Dalin, su amiga había pasado por su casa antes de marcharse, le agradeció sus cuidados y se marchó junto con su hija, prometiendo que pronto se volverían a ver.Luego de eso habían pasado semanas y Charlotte no volvió a saber de Dalin, agradece a Wilfred por reconfortar diciendo que estaba bien y que no faltaba mucho para que regresaran.En estos días Charlotte y Meilin se han hecho mucho más cercanas, la chica en agradecimiento a Charlotte le había prometido protegerla.Meilin era hija de un general que pertenecía al imperio oriente, la chica había crecido bajo una crianza distinta a la de sus hermanas. Mientras ellas crecían para florecer como una bella flor de primavera, Meilin desenvainaba una espada y luchaba contra su padre. Aunque a ella de igual forma le agradaba vestirse de manera linda y educada, maquillarse y ser muy femenina, al no perder su feminidad, su padre le dejó sostener una espada y luchar a su lado.Era
Luego de un largo día bajo responsabilidades, Arthur se dió un respiro sobre su cama. Habían muchas cosas sucediendo, ahora habían noticias de los rebeldes y bajo cartas con Charle, Kyle y el resto de los reyes asociados habían acordado que él enviaría algunas tropas para investigar, los otros reyes también aportarían con grupos de soldados en esta táctica, pero a diferencia de los demás reyes, Charle y Arthur irían con sus soldados. Estos dos eran más de irse a la guerra que quedarse sentados, esperando buenas noticias. Irían a la lucha junto con sus soldados. Kylie se les habría enlistado, pero dijo que tenía algo importante que hacer. Con esto sucediendo, solo quedaba marcharse lo antes posible, así que marcharían al salir el sol. Wilfred se quedaría para vigilar el reino y cuidar de su familia. Esto significaba que no vería a Charlotte en muchos días, su corazón se oprime ante esta realidad. No quería irse sin aliviar las cosas entre ellos, y por más que lo ha intentado no ha po
Dalin escuchaba a su hija hablar con formalidad y tomar con elegancia los cubiertos, mientras intentaba mantener una charla con su institutriz. La mujer elogia el gran cambio que Karla ha dado luego de su viaje, admira su confianza y expresiones tan relajadas, digno de una señorita de la nobleza. No sabía que había sucedido en ese viaje, pero gracias a ello, Karla estaría totalmente preparada antes de la fecha de partida.Luego de las clases Karla fue liberada de su rutina y podía retirarse a descansar, pero como de costumbre se encierra en su habitación, no le gustaba la casa de la vizcondesa. Se sentía demasiado observada, además, podía escuchar cómo algunas sirvientas hablan a las espaldas de su madre, y eso no le agrada para nada. Quiere enfrentar a esas mujeres y decirle lo que piensa, más no lo hace. Charlotte le explicó que mientras estuviera allá mantuviera un perfil bajo y cumpliera con lo que le pidieran, así sería menos tedioso. Ahora solo esperaba regresar pronto, esta vid
Los soldados descansan sobre el pasto, encienden un fogata, algunos atan los caballos a los árboles y les dan de beber. Él campamento se divide en dos, los pertenecientes del reino de Neria y los del reino de Garbet. Aunque hablaban entre ellos marcaban las distancias, era claro que son aliados, pero creían que así era mejor. En una tienda de acampar grande alumbrada por una lámpara estaban Charlie y Arthur hablando sobre el encuentro que él tendría con un viejo conocido. Un amigo de la infancia que hoy en día también había decidido apoyar a los rebeldes. Esta banda se originó luego de que él rey Francis luchara contra su tío que intentaba usurpar el trono. Dada la victoria del difunto rey, no faltaron los que no estuvieron de acuerdo y se opusieron e intentaron más adelante matarlo, pero siempre hubo una fuerza mayor que lo protegió contra toda mala intención, nadie sabía cómo lograba salvarse incluso de su más fiel servidor, pero se había vuelto de alguna manera de una forma intoc
Afuera de la tienda era un campo de batalla, sus soldados peleaban con seguridad. No había rastro de miedo en estos hombres. Arthur no pudo evitar sentirse orgulloso de su batallón, así que con orgullo empuñó la espada y la alzó lanzándose al primer rebelde que se cruzara en su camino. Los soldados a su alrededor lo notaron y pudieron sentirse menos ansiosos y preocupados por saber si su rey seguía con vida. —¡¡ARTHUR!! Charlie gritó con fuerza su nombre mientras montaba su caballo y a su paso cortaba las cabezas de sus enemigos. A pesar de que los ojos de su amigo reflejaban miedo de que le hubiera sucedido algo, sus manos no temblaban al tomar las riendas del caballo y blandir la espada. —¡Estoy vivo!...— Respondió cómo pudo, aún así su amigo lo escuchó y corrió a ayudarlo al verlo rodeado. Con agilidad Charlie degolló a tres y el restante fue asesinado por Arthur. Ambos se dieron la mano y sonrieron antes de alejarse y seguir peleando. —¡Soldados de Neria y Garbet, esta noch