Olegda se encontraba muy confundida sobre los sentimientos de Mervin; ella había observado el mal trato y una mirada maligna, hacia su hija Daniela. Ante la propuesta de Mervin sobre realizar de nuevo, otro matrimonio entre ellos, ella se negó.—No, no, mi respuesta definitiva’ es nooo. Ya estuvimos casados en un pasado y mi recuerdo fue terrible. No deseo estar casada contigo Mervin. —Yo te amo Olegda, desde siempre, en ese tiempo pensaba que tú eras una aprovechadora y mala mujer, pero no es así y me encantas, me tienes hechizado—dijo, en tono emocionado.La abrazo y la trajo hacia su pecho y comenzó a besarla. Ella, cómo por intuición, se alejó de él.—Me rechazas, ¿por qué?? No entiendo realmente que sucede.Daniela va llegando a la casa y observa todo. —Deja en paz a mamá, tío. Recuerda que soy hija de Marcos y me molesta y me duele el alma, cuando tú la besas.—Yo te quiero como si fueras mi hija, Dany—Sé que papá cometió muchos errores, pero se le debe respeto. Soy una Maxwel
Ethan, en realidad, era un hombre extremadamente astuto y con una mente brillante. Había construido meticulosamente la identidad de Mike McGregor, utilizando su ingenio y conocimiento para ocultar su verdadera naturaleza. A pesar de su apariencia idéntica a la de McGregor, Ethan era todo lo contrario en términos de personalidad, historial y habilidades.Mientras que McGregor era conocido por su participación en organizaciones secretas y actividades misteriosas, Ethan había llevado una vida marcada por su inteligencia excepcional y su dedicación al estudio. Su historial académico era impecable, con múltiples títulos universitarios y reconocimientos por sus logros intelectuales. Además, había viajado extensamente por el mundo, no con el propósito de participar en operaciones clandestinas, sino para ampliar su conocimiento y experiencia en diversos campos.A pesar de las pruebas que demostraban que Ethan y McGregor eran dos personas distintas, la astucia de Ethan había creado una barrera
Olegda se levantó temprano esa mañana, lista para asistir al adiestramiento en GUT Corporation, la organización que la protegería del peligro que las acechaba a ella y a su hija. Andrés Gutiérrez, el CEO y hermano del comisario, la esperaba en la entrada principal con una sonrisa cálida y un saludo cordial. Desde el primer momento, Olegda notó que Andrés parecía estar especialmente interesado en ella, lo que la hizo sentir un poco nerviosa pero también intrigada.Andrés la guió a través de las amplias y modernas instalaciones de la empresa, explicándole cada departamento y las funciones que desempeñaban. Desde el área de desarrollo de software hasta el departamento de marketing, Olegda quedó impresionada por la organización y la eficiencia con la que operaba GUT Corporation. Andrés no solo le mostró las oficinas, sino que también compartió con ella su visión para el futuro de la empresa y cómo esperaba expandirse en nuevos mercados y desarrollar tecnologías innovadoras. Estaban en un
Olegda reflexionaba sobre su encuentro con Andrés mientras compartía sus pensamientos con su hija Daniela, su confidente más cercana. Le confesó que, a pesar de la química evidente entre ella y Andrés, le sorprendía que él no mostrara un interés más profundo en ella desde el principio. —¿Será que no le gusto tanto como pensaba? —se preguntaba Olegda en voz alta, buscando consuelo en la complicidad de su hija.Entre sorbos de café y risas cómplices, Olegda narraba los detalles de su adiestramiento en GUT Corporation y cómo Andrés había sido un anfitrión amable y profesional. Sin embargo, destacó que a pesar de los momentos de cercanía y camaradería, la relación no había traspasado la línea de lo profesional. —Bailamos juntos en una reunión informal, pero todo quedó ahí —confesó Olegda con una mezcla de decepción y confusión.Su hija, con oído atento y palabras reconfortantes, le recordó que las relaciones laborales podían ser complicadas y que quizás Andrés estaba siendo cauteloso por
Al día siguiente, Olegda y Andrés se encontraron nuevamente en la sala de yoga del edificio de GUT Corporation. El ambiente tranquilo y sereno del lugar invitaba a la relajación y el bienestar. Andrés estaba allí esperándola con una sonrisa cálida y amable.—¡Hola, Olegda! Me alegra que hayas decidido unirte para una sesión de yoga esta mañana —dijo Andrés con entusiasmo mientras Olegda se acercaba.—Hola, Andrés. Estoy emocionada de probarlo —respondió Olegda, devolviéndole la sonrisa.Andrés la condujo hacia las esterillas dispuestas en el suelo, donde comenzaron a hacer algunos estiramientos suaves para preparar sus cuerpos para la práctica. Luego, él comenzó a guiarla a través de una serie de asanas o posturas de yoga, explicándole con calma y claridad cómo realizar cada una correctamente.—Respira profundamente y mantén tu enfoque en el momento presente —instruyó Andrés mientras Olegda seguía sus indicaciones. Juntos, se movieron con gracia y fluidez de una postura a otra, encont
Felix y el Comisario Gutierrez se reunieron en el despacho de este último, rodeados de expedientes y documentos que evidenciaban los negocios turbios de la familia Maxwell. Ambos estaban decididos a desentrañar la red de corrupción y manipulación que habían tejido durante años.—Felix, cada vez estamos más cerca de descubrir la verdad detrás de los Maxwell —dijo el Comisario Gutierrez, con determinación en su voz—. Estos documentos que conseguimos muestran claramente cómo han estado desviando fondos y manipulando información para su propio beneficio.Felix asintió, revisando los papeles con atención. —Es increíble la cantidad de delitos que han cometido impunemente. Pero esta vez no van a salirse con la suya. Vamos a llevarlos ante la justicia y asegurarnos de que paguen por todo lo que han hecho.Ambos hombres continuaron analizando los documentos, conectando los puntos y descubriendo nuevas pistas que los acercaban cada vez más a desentrañar el entramado de corrupción de los Maxwell
Olegda se sintió desconcertada por el gesto repentino de Andrés. Mientras descendían en el ascensor hacia la planta baja del edificio, el roce de sus labios contra los de ella la tomó por sorpresa. Su corazón latía con fuerza, y el rubor se extendía por sus mejillas mientras trataba de procesar lo que acababa de suceder. No podía negar que había sentido una chispa de emoción ante el contacto, pero también estaba confundida por la naturaleza de su relación con Andrés.Durante las clases de yoga, Olegda se encontraba distraída, incapaz de concentrarse en las posturas y respiraciones como lo hacía habitualmente. La sensación de los labios de Andrés sobre los suyos seguía atormentándola, llenando su mente con preguntas sin respuesta. ¿Qué significaba ese beso para él? ¿Era solo un impulso momentáneo o algo más profundo? Se sentía culpable por haber permitido que eso sucediera, sabiendo que estaba casada y que su corazón aún pertenecía a Eduardo, a pesar de todo lo que había sucedido entre
Con las pruebas contundentes reunidas por el Comisario Gutiérrez, la situación se tornó crítica para Mervin y su grupo de compinches. Cada uno de ellos enfrentaría los cargos correspondientes por sus acciones ilegales. Las pruebas presentadas incluían documentos financieros, registros de transacciones sospechosas y testimonios de testigos clave que confirmaban la participación de Mervin y sus cómplices en actividades delictivas.Para Mervin, enfrentar la justicia significaba el fin de una era de corrupción y engaño. Durante años, había operado en las sombras, utilizando su influencia y poder para enriquecerse a expensas de otros. Ahora, con las pruebas en su contra, se encontraba ante la inevitable realidad de rendir cuentas por sus acciones ante la ley.Katy y Valentina, quienes habían sido cómplices de Mervin en sus actividades ilícitas, también enfrentarían la justicia. A pesar de sus intentos por encubrir sus acciones y protegerse mutuamente, las pruebas reunidas por el Comisario