NINA

Despierto y lo primero que hago es tirar la mano a mi derecha buscando el cuerpo de mi esposo. No lo encuentro, mis ojos arden y desnuda me pongo de pie con el corazón arrugado.

Se fue, se fue y me dejó.

Mi matrimonio termino.

No respiro y lo único que pienso es en buscarlo y tomo la sabana con la que cubro mi cuerpo para revisar el baño

—Greco—me voy a morir si no lo encuentro

Musito su nombre llevándome las manos am corazón. Pensé que después de lo que le dije en la madrugada mientras lo cabalgaba sería suficiente para que me perdonara porque es verdad.

No me importaría irme en contra de mis propios padres adoptivos solo por él porque estoy segura que yo jamás le podría hacer daño porque lo amo con todo mi corazón.

Mi loba al sentir mi tristeza pide que lo busque en la sala y eso hago, sostengo la sabana y camino apresurada pero mi alma tormentosa descansa cuando lo veo en el sillón recostado con la mano en la frente y los ojos cerrados.

—Greco—se me salen las lagrimas.

Musito