El Alfa Damiano, estaba conflictuado con la petición de su luna, por supuesto que se la quería llevar, por supuesto que quería irse de ese castillo que no era suyo, y ahora que su propia luna quería marcharse, la tentación era demasiada, pero no quería que a la larga su luna se viera afectada y su salud se volviera a poner en peligro — Luna, hace un buen sol allá afuera, ¿quieres caminar un poco por el jardín? podemos llevar al cachorro, le hará bien un poco de sol — Me encantaría, me pondré mis botas de nieve y un abrigo, Darío está muy bien abrigado — Deja ven, yo te pondré las botas — El Alfa, ayudo a su reina a ponerse el afelpado calzado y juntos bajaron para salir, afuera estaba agradable, ambos se quedaron un buen rato recibiendo la luz natural del astro En un momento Evelyn, cargó al cachorro mientras que los dos eran abrazados por el imponente lobo, la sirena recargaba su cabeza en el pecho de su Alfa, sintiendo su calor natural, imagen que pudo ver el rey de los
Evelyn, cargaba al pequeño Pierre, y Adrien cargaba al cachorrito Darío, las lunas estaban perdidas de amor con sus lobeznos, eran muy bellos, ahora las primas eran madres, la vida les había cambiado — Adrien, tú cachorro es adorable, Drako, debe estar vuelto loco de felicidad — Lo está, el cachorro lo tiene comiendo de su mano, pasa horas arrullándolo y Pierre, lo disfruta mucho, hasta se hace el dormido y cuando Drako, para, de inmediato abre los ojos — Hay no puede ser, lo mismo hace Darío, con Damiano, lo hace arrullarlo y simula dormir pero en realidad está disfrutando de estar en los brazos de su padre — Evelyn, hay algo en tu mirada que refleja un poco de tristeza, ¿qué es lo que te pasa? pensé que todo estaba yendo bien entre tú y los dos reyes — Yo también lo creía, pero con la llegada de la vampira, que estaba muy mal, me dí cuenta de que Luciano, volcó toda su atención en ella, él... ya no volvió a nuestra habitación ni siquiera a verme — ¿Crees que haya algo
En la habitación de Dominic, el Alfa Angelo, llegaba a hablar con ella, lo primero que hizo fue revisar que los vendajes no estuvieran empapadas de sangre, y no lo estaban pero si estaban manchadas — Luna, ¿cómo te sientes? espero que estés mejor, ¿sientes dolor? — Si, y mucho, soy un vampiro pero todavía puedo sentir algunas cosas, tus hermanos le hicieron mucho daño a mi cuerpo, sobre todo el Alfa Igor Romanov, ese si que es una bestia casi inhumana, no tiene respeto por la vida, y lo dice una mujer a la que han llamado no viva infinidad de veces — Si, lo sé, ese hijo de perra asesinó a mis padres, fué hace muchos años, nos dejó huérfanos a mis hermanos y a mí, algún día nos vamos a vengar por eso, vamos a matarlo y parar su reino del terror, y ahora después de haberte atacado a ti, es una razón más para odiarlo Dominic, se quedó sin palabras ante lo que su Alfa destinado le estaba contando, el maldito Alfa psicópata ese, les había hecho mucho daño a los Alfas Volkov, se
Al Rey de los vampiros, se le pararon los cabellos al instante en el que escuchó a su reina echarlo de la habitación sin ningún conflicto o algo que denotara alguna emoción, ella simplemente no tenía expresión alguna en su bello rostro — ¿Qué fue lo que dijiste? creo que no escuché bien, ¿Me estás echando de la habitación? — No te estoy echando de la recámara, simplemente te estoy diciendo que no quiero hablar contigo — ¿Y en qué es diferente eso? Evelyn, si no sales a conversar conmigo, tendré que pedirle a Adrien, que nos deje a solas, y ella está convaleciente por el parto, así que ven conmigo, querida — No, ni ella sale, ni yo salgo, estás en una habitación con dos lunas, que recién dieron a luz, esto es inapropiado, lo sabes ¿cierto? — Lo sé, como también sé que eres mi destinada, así que no es como si no tuviera un lugar a tu lado, y ya que te estás comportando de manera muy obstinada, no me dejas más opción — El vampiro, caminó hasta el cachorrito Darío, lo tomó e
Aunque la vampira Dominic, no había dormido y no dormiría más, después de recuperar la consciencia, se había quedado en cama para seguir recuperándose, el Alfa Angelo, después de que todos sus hermanos se fueron a dormir, fue a la habitaron y se metió en la cama, ella se quedó sin moverse, esa era la primera vez que el Alfa, estaba tan demasiado cerca y era imposible que no se pusiera nerviosa ¿Qué es lo que haces, Angelo? !no puedes meterte a mi cama, además estás desnudo, carajo, sal de aqui¡ — La vampira se cubría con la sábana, había vivido muchos años y tenía el carácter muy fuerte, pero no había tenido intimidad con ningún hombre — ¿Creés que me puedes echar de la habitación, eh? soy tu Alfa, querida, tu pareja destinada, tengo todo el derecho de meterme en la cama contigo, y no, no me voy a bajar de aquí, mejor ven aquí, déjame abrazarte, puedo lamer tus heridas y asi sanarás más rápido - El Alfa, se ofreció pícaramente — Ahhhh.... no tienes remedio, ya duérmete, no deb
La vampira no podía responder a la pregunta de su Alfa, solo sentía que necesitaba de él su calor, su esencia, más no iba a decirle lo que su cuerpo le pedia a gritos El Alfa no demoró en comenzar a besar a su destinada, no tenía prisa, quería disfrutarla poco a poco, saborear sus besos, bajó al cuello de Dominic, mientras acariciaba sus torneadas y largas piernas, eran perfectas, tan firmes — Eres tan hermosa, estás temblando, no debes temer de nada conmigo, voy a cuidar de tí... solo, dejate llevar, siénteme, Dominic... La vampira cerró los ojos para así sentir con cada uno de sus sentidos las caricias de su destinado, él la estaba llevando a un mundo de placer totalmente desconocido para ella, pero que le estaba gustando demasiado — Ohhh... sí, si, tu lengua es... mágica.... — ¿Te lo parece? pero aún no comienzo con la verdadera diversión — Fue en ese momento que Dominic, sintió la humedad lengua del lobo, tocar su intimidad, él Alfa no paró hasta que la hizo correrse
Esa mañana más tarde, las dos lunas paseaban por el enorme jardín con sus cachorros, los sacaron a tomar el sol, ambos estaban despiertos y hacían ruiditos adorables, Darío y Pierre, eran bastante pesados, siendo cachorros de Alfas eran un poco más grandes que un cachorro normal Los Alfas alcanzaron a sus lunas, después de una reunión, el despiadado Alfa Igor Romanov, seguía haciéndo de las suyas y era imperativo detenerlo — Ven acá cachorro, ven con papá, — Damiano Volkov, le quitaba de los brazos a su hijo a Evelyn — Que bueno que llegas, el cachorro pesa mucho, está hecho para que solo tú lo puedas cargar — Mi hermoso cachorro, cada día estás más fuerte, y más grande — Era un poco extraño ver al apuesto lobo siendo padre, el Alfa, era tan sensual, tan atractivo, fuerte y perfecto — ¿Y qué dices de mi cachorro? Pierre, es muy hermoso también, fuerte y rudo como yo — Por supuesto Drako, mi sobrino también es muy apuesto, es un Volkov, ¿cómo no lo sería? De pronto e
El perverso lobo rival no podía hablar como podía él Alfa Drako, en su forma de lobo, solo entrecerró su mirada y avanzó hasta el gran lobo negro Ellos se saltaron encima enterrándose las garras, hiriéndose, ninguno de los dos retrocedía, el Alfa no olvidaba como intentó abusar de su luna y que aunque había logrado escapar aquel día, hoy no se lo permitiría Treyo, lo retaba con la mirada y su postura aunque ya sangraba, Drako, también estaba herido, su rival era experto en la batalla y no había perdido ni una sola, pero se demostraría quien era el mejor en esta lucha — Lu, ¿Necesitas ayuda? — Lebran, que era más grande que su tercer hermano, llegaba a ofrecer su ayuda, podía oler la sangre de Lu, en el aire — Gracias pero no, a este lobo arrogante lo voy a matar yo, lo voy a enviar al infierno a que pague por todas las vidas de nuestros hermanos que cobró, todos esos inocentes merecen tener justicia — Se escuchaba la voz de ultratumba que provenía del Alfa, después siguió c