Las cejas de Shaun bajaron instantáneamente. Al ver a Catherine abriendo la puerta y estaba a punto de irse, se acercó y la agarró del brazo. “Si no quieres lavar los platos, no los laves. Sólo dilo…”.

“Shaun Hill, es suficiente. Esta noche nos sacaste de la casa de la familia Snow, así que cociné durante dos horas y te devolví el favor. Además, ayer te salvé. Es mi culpa por ser bondadosa”.

Catherine se burló, “No me busques más. No quiero cocinar minuciosamente para ti y terminar siendo responsable de lavar los platos y limpiar todo también. Te sugiero que llames a este número si necesitas algo en el futuro”.

Sacó su teléfono y buscó un contacto para que lo viera.

Shaun vio que el número estaba guardado como ‘Agencia de limpieza’.

El hermoso rostro de él se oscureció de repente.

Catherine recordó sinceramente: “No creas que todas las amas de llaves son ancianas. Hay algunas que son jóvenes y solteras. Puedes elegir cualquiera de ellas si ves que son adecuadas para ti”.

Luego,