“Voy a colgar”.

“Espera”. Shaun detuvo inmediatamente a Catherine. “¿Qué marca es?”.

“No lo recuerdo. De todos modos, está disponible en la farmacia”. Catherine colgó el teléfono inmediatamente.

Shaun frunció el ceño y volvió a llamarla.

“¿Qué quieres, Shaun?”. Shaun la estaba sacando de quicio. Todo lo que quería era tener una buena siesta.

El tono de ella estaba lleno de impaciencia, pero Shaun no lo percibió. Ya estaba enfermo, pero en ese momento volvió a sentirse un poco febril. “Solo quiero recordarte por la bondad de mi corazón que Isaac no es un buen tipo. Tiene los pies malolientes y, es más, le interesan los hombres. Se acercó a ti simplemente porque eres la sucesora de la Corporación Yule. No creas que le gustas”.

“No es asunto tuyo”. Las palabras de Catherine lo hicieron ahogarse de ira.

“Te lo recordé solo porque eres mi ex esposa. No deseo verte engañada y avergonzada”.

“Gracias, pero no creo que Isaac tenga los pies malolientes. Lo llevaré a casa esta noche para