Thomas resopló. “Hice que alguien la siguiera desde hace varios días. Si no hago que ella me las pague, mi nombre no es Thomas Neeson”.

Sarah arqueó las cejas. Si fuera alguien más, a ella no le importaría.

Sin embargo, tampoco le agradaba Freya Lynch.

“En ese caso, diviértete. Simplemente no la mates”.

“No te preocupes. Sé lo que estoy haciendo”.

...

09:00 p.m.

Después de que Catherine se duchara, Freya le envió un mensaje invitándola a jugar juegos juntas.

Sabía que Freya tenía miedo de que ella estuviera sola con sus pensamientos, así que aceptó con mucho gusto.

Las dos activaron las funciones de audio de sus dispositivos y jugaron algunos juegos juntas. Freya gritó desde el otro extremo: “Apúrate y apóyame. ¡Estoy rodeada! No puedo salir”.

“Espérame…”.

Catherine hizo clic en el mapa y de repente escuchó a Freya murmurar: “¿Quién está llamando a la puerta tan tarde en la noche?… ¿Qué es lo que quieren? Llamaré a la policía…”.

¡Bum!

De repente, hubo fuertes sonidos de mo