Sarah apretó en secreto con más fuerza el vaso que sostenía. Luego, de repente, bajó la cabeza y tosió.

“¿Estás bien? ¿Aún estás mal de la garganta?”. Rodney preguntó inmediatamente preocupado.

Catherine dijo: “Dios mío, ¿tu herida aún no ha sanado? Es mejor que descanses en casa si no te sientes bien”.

“Catherine, ¿No has dicho ya suficiente?”. Rodney ya no podía soportarla. Le advirtió: “Deberías entender esto. Sarah fue estrangulada por el solo hecho de tratar la enfermedad de Shaun. Como su esposa, no solo estás siendo desagradecida, sino que incluso estás siendo sarcástica. ¿Puedes parar con eso ya?”.

Catherine se sintió agraviada y puso mala cara. “Joven Amo Snow, ¿cómo puede decir eso? Ese día, incluso dijo que Shaun y la Señora Neeson todavía tenían sentimientos el uno por el otro y me dijo que me apartara. En ese caso, no me corresponde estar agradecida porque ella lo hizo voluntariamente”.

Cuando Catherine dijo eso, el pánico atravesó los ojos de Rodney. La forma en que