Charity salió. En el momento en que miró bien a la mujer, sus ojos se abrieron de repente. “Sarah, ¿todavía estás viva?”.

“Sí, estoy viva. He vuelto, Charity”. Los ojos de Sarah la recorrieron juguetonamente. “De todos modos, no esperaba que terminaras así. Tsk, hueles mal”.

“¿Por qué has vuelto?”. Charity la miró con resentimiento. Cada vez que esta mujer estaba cerca, las personas que rodeaban a Charity siempre eran atacadas y lastimadas.

Charity había tenido la impresión de que Dios le había quitado la vida a Sarah. No esperaba que Sarah hubiera regresado.

“Estoy aquí para recuperar todo lo que me pertenece”, Sarah curvó los labios y dijo con deleite, “Teniendo en cuenta que tu madre destruyó a mi familia, ¿qué crees que debo hacer para torturarla?”.

“¿Qué piensas hacer?”. Charity la fulminó con la mirada. “Sarah, mi madre nunca te ha maltratado. Te trató mejor que a mí”.

“Eso es porque ella intentaba halagar a mi padre. Si no, ¿cómo te las arreglaste para hacerte cargo de la