“Cocina”.

Charity le lanzó una mirada a Max antes de darse la vuelta y regresar a la sala de estar.

Max suspiró y enfocó toda su energía en cocinar.

Aunque su encanto no podía conmover a Charity, el estómago era la entrada al corazón. Tal vez podría conquistar su corazón una vez que agradara a su paladar.

Max aprovechó al máximo su cocina. Hizo pollo a la parrilla, costillas a la barbacoa, berenjena a la parrilla, frittata y un poco de jugo.

Todos los platos se veían apetitosos.

Charity estaba aturdida al ver la comida. “¿No crees que… hiciste demasiada comida? ¿Podremos terminar todo nosotros dos?”.

“Si no podemos, también está bien”. Max cortó un poco de pollo a la parrilla para ella. “Pruébalo”.

Charity le dio un mordisco, estaba jugoso, tierno y sabroso.

En ese momento sonó su teléfono. Era una llamada de Freya. “Abre la puerta. Estoy en tu casa. Vine a visitarte”.

Pronto, Freya y Ryan entraron juntos.

Tenia puesto una camisa blanca y pantalones negros, Ryan cargaba a la