"¿No tienes nada de autonomía?".

Los labios de Jessica se crisparon. "Definitivamente tuviste completa autonomía cuando estabas en la cama anoche. Hiciste lo que te dio la gana. No importaba cómo me humillaras, nunca me resistí. Forrest, nunca me he tragado mi orgullo de esa manera. Si no estuviera enamorada de ti, no soportaría tu humillación hacia mí".

Forrest se quedó conmocionado. Entonces, puso una cara larga. "Entonces, ¿tengo que agradecerte que me ames? Ten en cuenta que si no me hubieras obligado no te estaría tratando así".

Jessica se quedó callada por un momento antes de decir: "Cómo sea. De todos modos, ahora eres mi esposo. Ya que dices que no te respeto ni me importan tus sentimientos lo suficiente, admitiré que fue culpa mía en ese entonces y que cambiaré mi forma de hacer las cosas de ahora en adelante. Cumpliré con mis deberes como esposa, como prepararte el desayuno".

Con eso, recogió la espátula del suelo. Después de limpiarla, caminó hacia adelante para ence