Después de llenar su vaso de alcohol, Eliza se tragó la mitad del vaso.

Parecía que estuviera bebiendo alcohol como si fuera agua.

Chester miró la botella de alcohol y entrecerró sus dulces ojos.

Güisqui.

Esta mujer sí que podía manejar muy bien el güisqui.

Él extendió la mano para arrebatarle la botella.

Eliza se dio la vuelta para mirar al hombre, pero no pudo distinguir el rostro de él. Por un lado, el lugar se veía bastante oscuro porque llevaba lentes de sol. Otra razón era que estaba muy borracha, pero su mente estaba clara.

Ella pensó que el hombre había venido a coquetear con ella, así que ella le dijo directamente: “Si planeas coquetear conmigo, piérdete. No estoy disponible”.

De inmediato el hermoso rostro de Chester se volvió extremadamente sombrío. No la había estado molestando últimamente por Charity. ¿Era por eso que ella ya no le daba el más mínimo respeto?

“Eliza, ¿Te he estado mostrando demasiado respeto?”. Chester dejó la botella a un lado y la jaló fuera del