Freya aceptó el pañuelo. Ella estaba conmovida. “Por cierto, Eliza, no te interesa salir con ningún hombre en absoluto. ¿Es porque también has conocido a tipos horribles antes?”.

Eliza bajó la cabeza y miró el líquido rojo oscuro en la copa de vino.

Ella no pudo evitar lamentarse. Los chicos que había conocido no solo eran horribles.

Todos eran c*brones.

Ya sea si fuera Charity o Eliza, que ya había fallecido, ambas sacrificaron sus vidas por unos c*brones.

Al ver que Eliza se quedó en silencio de repente, Catherine recordó que Chester había dicho que Eliza solo obtuvo sus logros actuales usando a los hombres.

No sospechaba del carácter de Eliza, pero todos tenían sus propias historias tristes. Rápidamente le dio un pequeño empujoncito con el codo a Freya.

Freya se quedó conmocionada por un momento. Entonces, ella reaccionó. “Está bien si no quieres responder. Solo estaba preguntando”.

“En realidad... No es gran cosa”.

Eliza curvó levemente sus intrincados labios. “Es solo que