A Freya se le aceleró el corazón. Rápidamente contestó a la llamada.

"¿Dónde te llevaste a Dani? No estás en la sala privada. Tampoco te vi en el salón de banquetes".

"Me perdí. Iré al salón de banquetes ahora mismo".

Freya se calmó y habló con sentimientos complicados.

Rodney dijo inconscientemente: "Tú estú…".

Él se contuvo solo cuando las palabras estuvieron a punto de salir de su boca.

No. Tenía que controlarse para que no acabaran divorciándose.

"¿Qué ibas a decir?", preguntó Freya. Si hubiera sido antes, ella definitivamente se habría puesto furiosa. Sin embargo, cuando recordó la escena en la que él la ayudó hace un momento, no se enfadó. "¿Ibas a decir que soy estúpida?".

"No", dijo Rodney con dificultad. "Es normal que te pierdas. Yo también estuve a punto de perderme. ¿Necesitas que vaya a buscarte?".

"No es necesario".

Después de colgar, Freya extrañamente sintió ganas de reírse.

Rodney no se había perdido hace un momento. Él estaba tan familiarizado con este luga