Después de mucho tiempo, el Señor Lynch habló ya que era el hombre de la familia. “Hablaremos de eso después de que termine su período de trabajo de parto en un mes. Veremos cómo cumples con tu trabajo”.

“Papá…”. Freya frunció los labios.

Aunque la actitud de Rodney de admitir sus errores era muy buena, y su acto de comprar el centro comercial la sorprendió. Verlo arrodillado sobre la tabla de lavar también era muy satisfactorio, pero aún así no podía olvidar cuánto había sufrido cuando él la hizo enojar.

La Señora Lynch suspiró. “¿Qué? Si se divorcian ahora, él va a ignorar completamente a la niña. Tendrás que quedarte despierta toda la noche para amamantar al bebé mientras él duerme cómodamente en su casa. ¿Estás de acuerdo con eso?”.

Freya se quedó sin palabras.

No, ella no estaba de acuerdo.

“Toc, Toc…”.

Una serie de golpes sonaron en la puerta de repente.

Todos se dieron la vuelta y vieron a Shaun parado en la puerta con sus rasgos prominentes, y tenía una leve sonrisa en