Cuando Mason llegó al lugar del secuestro, vio a la mujer acostada en la cama de madera con la cabeza vendada y conectada a un gotero. El rostro de ella estaba muy pálido, como si pudiera morir en cualquier momento.

La escena en la que conoció a Lea pasó por su mente. Ese día, ella llevaba un vestido rojo y parecía la hija preferida por los cielos.

"Lea, despierta. No puedes morir".

Mason corrió hacia la cabecera de la cama y agarró a Lea con fuerza, gritando: "Si te mueres, mataré a Liam. ¿No has estado buscando a Liam todo este tiempo? Deja que te diga. Liam está en mis manos. Si mueres, lo mataré".

"Mason... Tú... estás loco". Lea se esforzó por abrir los ojos. El nombre "Liam" era la única razón por la cual se esforzó por vivir. "¿Por qué... por qué lo tratas así? Es tu... hijo".

"¿Hijo?". Mason se rio a carcajadas, como si acabara de escuchar un chiste "Lea, p*rra. Él no es mi hijo. Es el hijo que tuviste con Brennan".

El cuerpo de Lea se estremeció. Entonces, colapsó y emp