Cuando todos estaban desayunando juntos por la mañana, Catherine se sintió un poco avergonzada.

A pesar de ser consciente de que había pasado la noche aquí, nadie habló de ello.

Cuando Shaun estaba comiendo avena, estornudaba y tosía de vez en cuando.

La Vieja Señora Hill dijo con desdén: “Toma tu plato y come por allá. No contagies a personas mayores como nosotros y los niños”.

“...”.

Después de ver la expresión de todos que indicaba la aprobación a la sugerencia de la Vieja Señora Hill, Shaun se sintió extremadamente molesto.

Resultó que era tan insignificante en esta casa.

Todos lo despreciaban simplemente por su resfriado.

De todos modos, terminó comiendo solo en la sala de estar por el bien de los niños.

Cuando se dio la vuelta, escuchó a la Vieja Señora Hill quejándose: “Él ya es tan débil a pesar de que es joven. Tía Yasmine, prepárale jugo de granada esta noche”.

Shaun estuvo a punto de atragantarse con la avena que estaba a punto de tragar.

Ahora que se había resfri