Gideon CrossMi pequeño ratoncito retuerce sus pequeñas manos, su lindo rostro está ligeramente sonrojado me imagino que por el torbellino de emociones que está experimentando en este momento, desde mi posición puedo observar lo nerviosa que se encuentre con esta evaluación. Sería tan fácil para mi quitar un poco de presión en ella moviendo unos cuantos hilos para elegirla como la ganadora, pero sé que ella no tomaría bien mi intervención, quiere conseguirlo por si misma según sus palabra. Yo valoro eso pero es un sufrimiento innecesario. Con tal de complacerla estaría dispuesto solo en esta ocasión olvidarme de mis reglas.Tessa, no tiene que pasar por tanto estrés para obtener lo que quiere solo debe pedírmelo.En cuanto los evaluadores se acercan a su plaza ella comienza con la exposición de su platillo.Su rostro en completa concentración en su pequeña frente se dibuja un ligero ceño por los comentarios que en este momento está haciendo en relación a su plato Giorgio, no me gusta
Gideon CrossDespués de horas interminables finalmente estamos en casa sé que para mí ratoncito este no fue un buen día por todo el estrés que tuvo que someterse, además de soportar los constantes ataques del infeliz de Giorgio, pronto arreglare cuentas con ese imbécil debe entender que mi mujer no está para soportarlo.Observo por el reflejo del espejo como mi ratoncito cubre su cuerpo de crema humectante mientras permanece absorta en su tarea sentada a la orilla de nuestra cama. No puedo evitar comérmela con mi mirada es tan hermosa, me encanta como frunce su linda naricita concentrada en su tarea.Aunque ella todavía no acepta que vivamos juntos, me llena de alegría contemplarla por breves momentos cuando logro convencerla de quedarse conmigo o más bien cuando me impongo sobre ella ignorando sus protestas.Su sedoso cabello rojo descansa rebelde sobre sus hombros desnudos, un ligero tinte rosa se esparce por su piel luego de su ducha con agua tibia. Como necesitaba relajarse solo p
Tessa Foster En el restaurante. Ya habían pasado tres días de las pruebas para obtener una de las plazas más codiciadas en este lugar, aunque no tenía ninguna esperanza para ser honesta. ¿Por qué lamentablemente nunca he sido del agrado del Chef principal? Sencillamente me ha odiado desde que estuve bajo su mirada, ¡¡Ahs!! Mi gran suerte caer en un lugar de trabajo donde tu superior no te soporta, según Janeth quizás se trata de algo diferente a su misoginia. Pero igual no puedo hacer nada por el momento que ver avanzar a otros mientras que yo continuo siendo junior. ¡Maldita sea mi suerte! Aunque siendo sincera prefiero que su antagonismo hacia mí se deba a su odio, no a que tenga una intención oculta hacia mí como piensa la morena. Gideon sigue insistiendo en despedirlo pero yo me he negado a permitirlo ya que tengo una venita necia que aun quiere demostrarle que puedo por mí misma superar la mala fe de ese asqueroso hombre. Estos días se puede cortar con un cuchillo la tensi
Gideon Cross-Me importa una mierda tu opinión entiendes Giorgio quiero que mi mujer tenga su plaza como chef principal, su platillo fue exquisito, cumplió con los requisitos entonces ¿cuál es tu maldito problema con ella para atacarla constantemente?, piensas que estoy ciego infeliz.Digo molesto con su actitud además de su empeño por sabotear los pasos de mi ratoncito por su parte, piensa que no estoy enterado de su motivación, conozco su reputación este hombre es un perro que gusta de acosar chicas con el poder que permite su estatus, se porque está en los Estados Unidos todo relacionado por un problema de faltas que incluso estuvo a punto de llevarlo a la cárcel por intento de violación en Italia de una subchef en un restaurante en la Toscana.-Señor Cross, es mi cocina soy yo quien decide en ella….Interrumpo su discurso no estoy interesado en que más tiene que decir este hombre, que agradecido debería estar que fue contratado en mi restaurante a pesar de sus antecedentes, sé que
Gideon Cross No, me gusto para nada todas las atenciones de ese dichoso medico con mi mujer. Observo con molestia en su dirección mientras permanezco sentado en un sofá sumamente incomodo mientras espero junto a Tessa que Henry se encargue de obtener todos los medicamentos que necesitábamos, además debía programar las citas para curaciones y revisión de su herida. Estuve a punto de solicitar cambio en cuanto a médico tratante, no me agradaba que fuera tratada por un hombre así que tenía intención de pedir un medico mujer para darle seguimiento a mi ratoncito, pero como siempre ella se negó a cumplir con mi petición alegando que estaba siendo infantil. ¡Maldita sea!, ¿Qué poco racional era en ocasiones? Como no lograba ver que me molestaba su interacción con ese tipo que miraba a mi mujer de forma descarada, a pesar de eso Tessa ni enterada de nada, era tan ingenua para su propio bien. -Señor todo esta listo podemos retirarnos –dice Henry cuando esta frente a nosotros. -De acuerd
Tessa Foster -Gideon basta…. Hoy debo descansar mi mano esta lastimada recuerdas –trato de recordarle mi lesión porque este hombre parece olvidarlo convenientemente a su favor. -Mi amor yo hare’ todo el trabajo para que no te incomodes –dice, con una sonrisa tonta en su rostro. Este hombre a veces me hacía preguntarme ¿Cuántos años realmente tenia?, porque actuaba tan infantil en ocasiones. -Tu, solo déjate llevar y disfruta –acto seguido me impulso sobre sus caderas tomándome por mis glúteos con sus manos. De esa forma me mantiene suspendida contra su enorme erección que puedo sentir en mi centro rosando la parte baja de sus chántales los cuales se encuentran precariamente sostenidos por sus estrechas caderas. Mi cuerpo es arcilla en sus manos me moldea a su antojo. Aunque me siento un poco incomoda por mi lesión en este momento incluso me olvido de ella, por estar más concentrada en que pasara a continuación. Gideon es una fuerza de la naturaleza que arraso con todo a su alred
Tessa Foster -Se supone que todos estos días me pasaré en casa de Gideon. Simplemente se negó a dejarme ir. Pero igual no tengo ánimos de discutir con él por ese motivo. Sin embargo no entiendo ¿Por qué te dejaste convencer de llevarme de compras. Mi querida amiga me dirige una gran sonrisa. -Amiga no me culpes, pero tú noviecito me pagó para hacerlo. Así, que puedo comprar varias cosas para mí como retribución. Si, lo sé. Soy débil pero quien desprecia ropa gratis, por un favor. Eso me agrada mucho sabes este hombre tuyo no es ningún tacaño. Claro que sería capaz de comprar a mi amiga. Sin molestarse para nada. Con tal de conseguir lo que quiere. Sonrió porque a pesar de todo siempre busca maneras de complacerme. Este hombre estaba acostumbrado a siempre obtener todo lo que se propone. Por eso mismo estábamos en un restaurante para descansar un poco, luego de ir y venir comprando todo lo que según mi amiga pidió Gideon. -Pero mira que bien a quien me encuentro de repente. Nada
Tessa Foster Cuando llegamos al departamento de Gideon, con Janeth escuchamos varias voces que provenían de la biblioteca, sosteniendo una conversación amena, para mí sorpresa entre ellas también se mezcla el dulce tono de un niño que disfruta en compañía de los adultos. Por instinto llevo mi mano a cubrir mi vientre con cariño, no me explico porque de mi reacción. Al aparecer en nuestra visión periférica tanto Janeth como yo estudiamos a los invitados de Gideon. En mi caso concentro mi mirada en el tierno niño cogido de su madre. —Mi ratoncito finalmente llegan —Dice Gideon acercándose a nosotras con la pareja y el precioso niño tan idéntico a su padre —Tessa y Janeth, les presento uno de mis amigos en la universidad Demian Stuart, su esposa Catalina y su hijo Denn. Ellos llegaron hoy de Washington. Estarán por unos días en New York. —Demian, ella es mi Tessa —Murmura Gideon luego de colocando sus brazos alrededor de mi cintura. El matrimonio nos observan con una sonrisa, aunque