*—Samuel:

Había llegado el día.

Samuel miró con tristeza hacia la pantalla donde se anunciaban los siguientes vuelos que saldrían del aeropuerto. El suyo estaría yéndose pronto. Tenía que decir adiós pronto. Soltó un suspiro y bajo la mirada.

Quizás aceptar la decisión de su padre era de cobardes, pero quizás era lo mejor. Era cierto que, si se quedaba en la ciudad, con la orden de alejamiento que tenía en su contra, no podría ser libre. Además de eso, no podría ver a Sapphire de lejos y tratar de controlarse, con lo que perdieron, trataría de acercarse a ella para pedirle perdón por lo sucedido o hacer otra cosa que pusiera en riesgo su libertad. Su padre le había explicado que el padre de Sapphire había sido indulgente con Samuel, ya que, con la fama que tenía, el mismo pudo hund