Las piscinas del club estaban abiertas todo el verano y el club no cerraba en invierno. Antes de que Gisa pusiera la piscina en Dreamworld, solíamos pasar los domingos allí. Pero no extrañé el club. Disfrutamos nuestros fines de semana en nuestro pequeño mundo privado.
- Lo extraño aquí. - Dijo Jonathan dirigiéndose directamente a la barra.
- Yo también. Mentí para no tener que explicar por qué no te extrañé.
- Pero también me gusta mucho Dreamworld. Me siento más cómodo allí.
- Sí. - Confirmé.
- Nuestros almuerzos dominicales juntos son la mejor parte de la semana. Cuando no hacemos eso, se siente como si no hubiera domingo. - el dice.
- Pienso lo mismo.
- Hmm , tenemos algunos pensamientos en común. - dijo riéndose irónicamente.
- Creo que es solo una coincidencia. - Me di cuenta más que rápido.
- Podría ser... ¿Quién sabe? - el dice.
No traté de entender lo que quería decir. Al contrario, solo quería que agarrara esas cervezas y nos sacara de ahí lo más rápido posible. Su presencia me dio sensaciones extrañas y esta era la primera vez que estábamos solos en un año y no quería que eso volviera a suceder. No es que no me gustara... Al contrario, no quería que me gustara más de lo que debería. Ni admirarlo, ni conocerlo mejor. Así que lo único que podía hacer era alejarme de ese hombre, mi vecino, hermoso y perfecto y... El amor de mi mejor amiga.
Mientras pagaba, observé a la multitud disfrutando de la piscina en ese día caluroso. Me parecía Therry en una de las piscinas, acompañado de una mujer. Me puse las gafas de sol en la cabeza y volví a mirar. Era él, no tenía ninguna duda. La mujer a su lado le dio un beso… en la boca. Me quedé allí, mirando, incrédulo, furioso y con ganas de ir allí y decirle algunas buenas verdades. Sin embargo, respiré hondo y estaba a punto de irme cuando Jonathan me tomó del brazo y me llevó a un rincón cerca de la barra:
- Cálmate, Ariane. - el dice.
- Yo estoy tranquilo. - mintió.
- No te merece.
- No estoy enojado con él por estar con otra mujer... sino por la mentira. – le confesé a pesar de que sabía que no me entendería. Después de todo, también le había hecho eso a mi amigo.
- Therry no pudo haber hecho eso.
- Realmente no me merece. - yo dije. – Pero vámonos.
- ¿Como asi? preguntó. – ¿Vas a dejarlo así?
- ¿Que quieres que haga? Déjalo ir allí y armar un escándalo. Ni siquiera me gusta que haga eso. - Confesé.
- ¿Por qué no paga en la misma moneda?
- ¿Como asi? Yo pregunté.
- Venganza.
- ¿Qué?
- Tuve una idea.
- ¿Cuál sería?
- Nada estremece más a un hombre que la traición. Ver a su novia con otra persona es lo peor que le puede pasar.
- No estoy entendiendo.
- Ten celos y te vengarás.
- Tú... ¿Alguna vez has visto a tu novia en brazos de otra persona? pregunté de repente.
- Mi novia no... Pero he visto a la mujer que me gusta con otra persona. - dijo sonando sincero.
Me reí:
- ¿Te gusta una mujer entonces?
- Bueno... me gusta mucho. - El confesó.
- Esto es casi... increíble. - yo dije. - Por eso no quieres tener nada que ver con Samantha.
- ¿Por qué te parece increíble? ¿Un hombre como yo no puede enamorarse?
- Bueno... No quise decir eso.
- Pues créeme... A un hombre como yo le puede gustar una mujer mucho más de lo que te imaginas. E incluso no ser correspondido.
Antes de que me sorprendiera más pensando en quién era la mujer afortunada que tenía el corazón de Jonathan, dije:
- ¿Entonces, cuál es tu plan? Finge que ambos estamos teniendo una aventura... ¿De la nada? pregunté riendo. – Él no lo creerá.
- Creo que lo hará. - el dice. Finjamos que somos felices juntos y él se sentirá terrible y traicionado. Cómo te sientes ahora.
Lo miré y dije:
- No me siento así.
Dejó las cervezas sobre la mesa y tomó mi mano. Su mano estaba fría por la bebida que sostenía. Entrelazamos nuestros dedos y dejé que me guiara a través del área de la piscina. Por supuesto, fingimos que no estábamos mirando a nadie más que a nosotros mismos. Estaba tratando de contener la risa mientras hablaba de no sé qué porque no podía pensar ni escuchar nada más que los latidos de mi corazón cuando sentí su mano junto a la mía.
- Me siento como un adolescente de 14 años. - confesé sacudiendo la cabeza sin saber si estaba actuando correctamente.
- ¿Vas a decir que no es gracioso? - el dice. – El destino nos juega una mala pasada.
- Estás loco. es infantil - Bromeé.
- Nos vio. – dijo mientras nos deteníamos cerca de la pantalla de división de la piscina. - Ahora mismo debe estar pensando que está viendo cosas, alucinando.
- ¿Y ahora? – preguntó ella riéndose de su actitud. Me estaba divirtiendo.
- Ahora hagamos que parezca que todo es real.
- Pero no tengo ninguna duda de que parece real. - Dije sin mirar para el lado donde estaba Therry. No quería mirarlo a la cara viendo todo eso.
- No... No parece real. Una cosa que falta.
- ¿Que cosa? Yo pregunté.
Tomó mi cara entre sus manos y me besó en la boca. Estaba confundido, pero respondí ardientemente a su beso. No podía creer que estaba haciendo esto... Y no podía dejarlo ir. Envolví mis brazos alrededor de su cuello, sintiendo su cuerpo junto al mío. Sabía que no podía hacerlo, pero mi cuerpo lo deseaba desesperadamente y mi corazón se sentía como si se me saliera del pecho. Quería irme, pero mi boca no podía dejar la suya. La imagen de Samantha vino a mi mente y tuve el coraje de quitarle las manos de encima y marcharme.
- Ahora creerá. Dijo mirándome a los ojos.
Estaba completamente aturdido. No sabía qué hacer o decir. Mi cuerpo estaba tembloroso y flácido. Sentí que iba a colapsar en cualquier momento.
"No pudiste haber hecho eso…" me aventuré a decir.
Me alisó la barbilla y dijo:
- Solo aproveché la oportunidad.
- Jonathan, no vuelvas a hacer eso. - Advertí.
- No me pidas algo que no puedo cumplir. Dijo mirándome a los ojos. Esos ojos verdes me confundieron y aparté la mirada de los suyos.
- Samantha...
- No empieces con esta historia otra vez, Ariane. Samantha no está aquí... Y fue sólo un beso. Relajarse.
Traté de mantener la calma y me di cuenta de que Therry había dejado a la niña en la piscina y caminó rápidamente hacia el otro lado.
- Creo que el plan funcionó. observó Jonathan.
- Eso espero... De lo contrario toda esta tortura habrá sido en vano.
- ¿Tortura? No parecía que pensaras que era una tortura mientras me devolvías el beso.
- Odiaba besarte. - mintió.
Me besó de nuevo, esta vez con fuerza, no con tanta ternura como la primera vez. No debería, pero no pude evitar responder. Lo siguiente que supe fue que lo estaba abrazando de nuevo y besándolo como si el mundo se fuera a acabar justo ahí y solo estuviéramos nosotros dos.
Me soltó, tomó mi mano como si nada y dijo:
- Lo haremos.
- Tú... No deberías haber hecho eso otra vez... Yo... Yo...
Ni siquiera sabía lo que quería decirle. Estaba completamente aturdida.
- Creo que en el fondo te gustaban mis besos. – dijo riendo.
- Therry ya ni siquiera nos veía… - Corrí para alcanzarlo mientras me tomaba de la mano. "Y no necesitas haberme besado de nuevo y-"
Dejó de caminar, me miró y dijo:
- Ariane, si no dejas de hablar ahora te voy a besar de nuevo.
Quería seguir y seguir, pero me detuve de inmediato porque estaba bastante seguro de que no estaba mintiendo. Cogió las cervezas y volvimos al coche. Empezó el juego y yo me quedé en silencio. En el camino, preguntó:
- ¿Therry creía que teníamos una aventura?
- ¿Qué?
Ni siquiera sabía lo que había dicho. Estaba completamente desconcertado.
- Sobre los celos que le provocamos...
- Ah... Creo que se lo creyó. Pero fue infantil de nuestra parte. Ni siquiera en mi adolescencia hice eso.
- ¿Te gusta mucho?
solo me rio
- ¿Por qué te reíste de mi pregunta?
- Me río porque no siento absolutamente nada por él. Ni siquiera necesitaba hacer la escena de los celos o pagar en especie.
- Si no te gusta, ¿por qué estás saliendo?
- ¿Por qué saliste con Samantha? Yo pregunté.
- Está bien, dejaré de hablar contigo.
Parecía molesto y me sentí como un idiota. Ya basta de hablar de mi amigo. No era un mal tipo... Era guapo, inteligente y de alguna manera trataba de ayudarme.
- Jonathan, llevo mucho tiempo intentando terminar la relación. Pero pensé que le gustaba a Therry, así que fue un poco difícil porque no quería lastimarlo. Ahora todo es más fácil para mí. Sin culpa. - dije sonriendo amigablemente.
- ¿Y qué vas a decir... que estás enamorada de mí? preguntó riéndose.
- Obvio que no. Te diré la verdad, lo vi con otra persona.
- Y argumentará que también te vio con otra persona. Entonces estarán en la misma situación y es posible que no puedas terminar.
- Quizás lo que hicimos no sirvió de nada entonces, ¿verdad? Supongo que tendré que argumentar que estoy enamorado de ti. – dije en broma.
- Me sentiría halagado.
- ¿No te importaría si le digo eso? Yo pregunté.
Traté de evitar mirarlo, ya que todavía sentía su cuerpo presionado contra el mío y nuestras bocas juntas.
- Por supuesto que no me importaría. Tampoco me enojaría si realmente te enamoraras de mí.
Sentí sus ojos en mí, pero no me atreví a mirarlo.
- Nunca me enamoraría de ti, Jonathan. Me dije más a mí mismo que a él.
- ¿No soy un hombre del que alguien se enamoraría?
Podría decir que Samantha estaba enamorada de él, pero se volvería repetitivo y me pareció que el tema allí era mucho más de nosotros dos que de cualquier otra persona. Sentí que mi corazón se aceleraba de nuevo y pensé mucho en las palabras:
- No quise decir eso... Pero en ese caso no me enamoraría de ti por lealtad a mi amigo. - Confesé.
- Eso es complicado... Pero nadie puede cambiar el pasado, ¿verdad? Sería bueno si fuera posible.
Guardé silencio. Preferiría no entender lo que estaba tratando de decir, y mucho menos hacer preguntas.
- Pero no siempre es posible controlar los sentimientos, ¿sabes? Yo mismo nunca tuve la intención de gustar a alguien como lo hago ahora. Pero no pude evitarlo.
- Parece que alguien realmente te robó el corazón. - me escuché decir ya la vez curiosa por saber quién era la mujer que ocupaba los pensamientos de ese hombre.
- Pues entonces... no puedo negarlo.
- Debe ser agradable sentir que...
- ¿Nunca te ha gustado realmente alguien, Ariane?
- Por suerte... O por desgracia, no.
- Lamentablemente solo si no eres correspondido.
- No tengo prisa. tengo tiempo creo. - dije mirando a la nada.
- Tú eres sorprendente.
- ¿La mujer que ocupa tu corazón no sería mi amiga? - Me escuché repitiendo lo mismo, incluso sin querer. Parecía que quería que le dijera mil veces que no sentía nada por ella. Me sentí como un idiota. Pero él ya había hablado, no había vuelta atrás.
- No hay posibilidad de ser Samantha.
- ¿Yo conozco? “No puedo creer que en realidad le estaba preguntando eso. ¿Qué tenía que ver yo con la mujer que le gustaba? ¿Y cuál es el motivo de mi curiosidad?
"Tal vez…" dijo riéndose a carcajadas.
- ¿Quien es? – Quise esconderme en un agujero cuando pregunté. yo no era asi ¿Dónde estaba mi discreción? ¿Qué me estaba haciendo ese hombre?
- ¿De verdad crees que entregaría el oro tan fácilmente? – preguntó mirándome de nuevo.
- No entiendo por qué tanto misterio... Y... Ni siquiera quería saber. Lo siento por los inconvenientes ocasionados.
- Bueno... No fue un inconveniente. No estoy seguro de que ella sienta lo mismo por mí. Todavía tengo que ganarme su corazón, supongo. – dijo serio.
- Creo que si ella sabe de tu historia con Samantha será un poco más difícil.
- Creo que todos conocen mi historia con Samantha. Ella tendrá que superarlo.
- Creo que si realmente le gustas, lo superará.
Traté de guardar silencio y él también parece que no tiene nada más que decir. Me quedé allí, mirándolo desde la esquina, mientras conducía con atención. Quería ser la mujer que lo enamorara por primera vez. Esa que ocupaba su mente y su corazón y que le hacía hablar de ella sin vergüenza ni miedo, tanto cariño sentía. Ha tenido tantas mujeres... Ni siquiera sé cuántas he visto salir de su apartamento por la mañana, o asistir a nuestra barbacoa del domingo oa las fiestas de los sábados por la noche. Lo vi besando tantos, tomados de la mano, abrazados... Pero nunca vi cariño de él. Me parecía que ahora era real, que realmente estaba enamorado. Y también me di cuenta de lo atenta que estaba a su vida sin darme cuenta.
Me estaba bajando del auto cuando me dijo:- Ariane...Me volví hacia él y le pregunté:- ¿Que pasó?- No olvides lo que pasó hoy.- Me he olvidado. - Mentí saliendo del auto.Tomó la cerveza y volvimos a entrar en el Mundo de los Sueños como si nada hubiera pasado. Noté que Samantha no parecía muy cómoda cuando se dio cuenta de que había salido con Jonathan. Pude verlo en sus ojos.- Que tarda. - Dijo Mari abriendo una cerveza fría. - El almuerzo ha estado listo por un tiempo.Gisa la abrazó por detrás y le hizo cosquillas, diciendo:- ¿Estás celosa, Mari?- Claro que no. – dijo con seriedad.Gisa también abrió una lata y dijo:- Que bueno que sacaron mas cervezas o que seria de nuestra parrillada?Iba a hablar, pero Samantha me hizo a un lado y me preguntó:- ¿Por qué te fuiste con él? Su voz era baja para que nadie la escuchara.- Cálmate, Samantha. Esta todo bien. - yo dije.- Podría haber dicho que no cuando te invitó... Entonces podría haberme invitado.- Pero... Necesitaba habl
Cuando llegamos al apartamento me di cuenta de que ya casi estaba anocheciendo. Parecía que pasábamos más y más tiempo juntos el domingo. Me duché, me puse el pijama y me preparé un sándwich, la única comida que sabía cocinar. Me senté en el sofá y encendí la televisión, aunque no estaba prestando atención a nada. Estaba un poco nervioso por la conversación con Samantha. Ella debería serlo aún más. Pronto salió de la ducha y se sentó en el sofá a mi lado, con las piernas en alto, vistiendo una bata de baño y una toalla envuelta alrededor de su cabello húmedo.- Bueno, Ari, ahora cuéntame todo lo que hablaste con Jonathan.Incluso estaba un poco confundido. ¿Sabía ella lo que había pasado?- ¿Como asi? – Pregunté un poco desconcertado.- ¿Qué dijeron de mí? preguntó ansiosamente.Respiré un suspiro de alivio. Por un momento pensé que ella podría haber sospechado algo.- Sí, hablamos de ti.- Entonces no me dejes así... Hablemos pronto. – preguntó mirándome a los ojos.- Bueno... Es com
El lunes pasó rápidamente. Tuve que aplicar algunas pruebas a personas que habían sido seleccionadas para algunas empresas. Ese era mi trabajo. Colaborar con recursos humanos, y mi opinión no siempre fue escuchada. Tenía buenos compañeros, el dueño de la empresa era simpático y joven y a veces me invitaba a salir y yo siempre declinaba amablemente, ya que nunca se me pasó por la cabeza involucrarme con mi jefe, por muy encantador que fuera. No me gustaba mucho trabajar ahí, pero eso fue lo que apareció en mi zona apenas llegué a la ciudad. Todavía tenía la intención de montar una oficina y hacer consultas privadas, pero el lugar donde trabajaba me pagaba bien y me daba estabilidad económica. Así que no tuve el coraje de correr el riesgo.Cuando llegué a Dreamworld me di cuenta de que las luces del apartamento de Therry estaban encendidas. Me pregunté si debería o no ir allí y hablar con él de una vez por todas para terminar con todo lo que había entre nosotros. Me pareció extraño que
Cuando llegué, Samantha me advirtió:- Therry estuvo aquí.- ¿Therry? Ni siquiera me llamó. - Yo hablé.- Dijo que te vio acompañada en el club y todo... Estaba enojado y no podía ocultarlo. Quería estar satisfecho con nosotros. Lo bueno es que aparentemente no está seguro de quién estaba contigo. No reconoció a Jonathan.- Mejor así. No creo que sea bueno involucrar a Jonathan en todo esto. Él no tiene nada que ver conmigo. - Yo hablé.- Ari... Cuídate. - Dijo Samantha.- ¿Porque estas diciendo eso?- Yo... realmente no me gusta Therry y la forma en que habla a veces. Es muy grosero.- Yo se. Me he dado cuenta de esto un par de veces. No acepta algunas cosas si no le convienen. Intenta siempre hacer prevalecer tu voluntad. Y tiene cambios de humor muy rápidos. Pero no le tengo miedo.- Lo tengo y creo que deberías cuidarlo.- No creo que hiciera nada contra Ariane. - dijo Helena. – Parece que le gusta, aunque a veces es muy raro.- Realmente no le tengo miedo. Esta todo bien. Puedes
Helena se fue a dormir y yo me quedé un rato ahí en el sofá, pensando en la vida y tratando de no pensar en Jonathan. Tenía miedo de pensar demasiado y descubrir lo que podría sentir por él. Después de un rato me dio sueño y me fui a la cama. Samantha todavía estaba despierta. Las luces estaban apagadas, pero me di cuenta de que estaba llorando.- ¿Estás bien? – pregunté alisando su cabello en la oscuridad y sentándome a su lado en la cama.- Helena fue muy dura conmigo.Yo la abracé. Samantha no solía ser muy emocional y el hecho de que estuviera llorando significaba que estaba realmente lastimada y lastimada por dentro.- No llores, Samantha. Estoy seguro de que Helena no pretendía hacer daño.- La verdad duele tanto, Ari...- Lo superarás, Samantha. Siempre fuiste una mujer fuerte.- Amo a Jonathan. Esto no es una obsesión. Me duele que no crean en mis sentimientos, como si no fuera capaz de amar a un hombre. Me juzgas por mi pasado.- No...Le dije que no, pero en el fondo tenía r
Mi celular sonó y vi el nombre de Therry. Estaba un poco nervioso, pero respondí.- Ari?- Hola, Therry.- Quiero que vengas a mi apartamento. Necesitamos conversar.Me asombró su autoritarismo y su forma de hablar. Respiré hondo y dije:- No creo que tengamos nada más de qué hablar, Therry.- ¿Está seguro?- Si yo tengo. Y quiero que no me llames más.- ¿Crees que soy un tonto, Ariane? No no soy. Te vi en el club el domingo.- Bueno, sepa que yo también lo vi. Y creo que por eso llevamos días sin hablarnos, ¿no? Pensé que lo que vimos fue suficiente. Para nosotros dos.Se quedó en silencio por un rato y luego dijo, en un tono más tranquilo:- ¿Me vio?- Sí, te vi muy bien acompañada. Nuestro noviazgo no ha ido bien desde hace un tiempo y lo sabes, Therry. Terminado. Sé que no es agradable para nosotros hacer esto por teléfono, pero como solo hablamos así, no tiene sentido retomar esto de nuevo.- ¿Crees que soy el tipo de hombre que se escapa por teléfono, Ariane?- ¿Y crees que soy
No podía dejar de mirar de cerca todo el coche por dentro. Sentí que todavía me temblaban las piernas, creo que por la situación con Therry, que realmente había trastornado mis emociones. Por primera vez le tenía miedo. Y me sentí impotente cuando él agarró mi brazo con fuerza. Podría tratar de olvidarme de Therry y Samantha y todo... Pero sabía que no podía. Aunque mi corazón latía con fuerza al ver a Jonathan tan pulcro y perfecto conduciendo ese auto de lujo, sabía que ese hombre nunca me pertenecería. En mi opinión, era como si hubiera cometido un crimen al estar con él allí, en ese momento.- ¿Quieres hablar de lo que le pasó a Therry?Lo miré, quien me dio una mirada rápida mientras conducía el auto hábilmente.- Creo que no. Pero he terminado con él. Me parece que no se lo tomó muy bien.- No justifica agarrarte del brazo de esa forma tan agresiva.- Yo se.- Cuídate , Ariane . Therry no es lo que piensas.- ¿Qué quieres decir?- Bueno, tal vez no sepas todo sobre él.- Jonatha
- ¿Por qué no me dijiste eso antes? – pregunté sin evitar que mis ojos se llenaran de lágrimas.- Nunca me diste una oportunidad... Parece que siempre te escapaste de mí.- De alguna manera siempre te metías conmigo... Siempre me ponía nerviosa. - Confesé.- Eso me hizo pensar que no sentías nada por mí, al contrario, me repudiabas.Bajé los ojos. Él continuó:- Cuando te besé en el club y fui correspondido, me di cuenta de que tal vez tenías sentimientos por mí, sí. Por mucho que no me digas, no creo que no haya ningún tipo de sentimiento en ti. Incluso si es atracción física, siento que de alguna manera me igualas. Sé que lo que sientes probablemente no sea tan profundo como lo que siento yo... Pero no tengo prisa. Estoy dispuesto a esperar el tiempo que sea necesario. Y conquistarlo, cueste lo que cueste. Porque he decidido que eres la mujer con la que quiero pasar el resto de mi vida. Y eso no lo decidí hoy, ni ayer... lo decidí hace tres años. Así que para mí el tiempo es lo de m