Capítulo 28
Mina Simons
Yo…
Nos puedo respirar, observo detenidamente como todos los hombres de Dragón, comienzan a recoger sus cosas, mientras una mujer llamada Alexia intenta llevarme con ella, sin embargo, me zafo de su agarre, una vez veo al lider de este clan caminando hacia un extenso pasillo que da hacia una pequeña habitación en donde han estado guardando el armamento todo este tiempo.
Mis pasos persiguiéndolo lo colocan en alerta, pero este ni siquiera se detiene al guardar un revolver calibre cuarenta y cinco en la parte baja de su espalda. —¿Qué vas a hacer? —Pregunté, temblando en la entrada de aquella habitación. Dragón, tenía sus ojos fijos sobre lo que estaba haciendo, ignorándome por completo—. Por favor, señor Johansen, ¿Qué pretende hacer conmigo?
Inhalé hondo, una
Capítulo 29Mina SimonsEl anciano replicó, mandando a uno de sus hombres a tomarme del brazo para meterme de nuevo en mi habitación a la fuerza, pero tiré de este mismo zafándome rápidamente—Estás loco si crees que no ayudaré a recuperar a Jer…—¿Jer?Esta vez es Dragón, el cual se notaba molesto por la forma tan íntima y cariñosa en cómo le he llamado a su hermano menor—Le puedo llamar como quieras sabes, no eres mi puto dueño…—Mascullé entre dientes, sin embargo, terminé chillando una vez los dedos gruesos del asesino terminaron clavándose dentro de la carne de mi antebrazo—¡Imbécil! ¡Suéltame! ¡Gilipollas!—¡Déjate de comportar como una puta niña de una buena vez, Mina!—¡Eres un maldito dolor e
Capítulo 30Mina SimonsComo pude, di algunas zancadas hasta llegar a la ventana de mi recamara, para de este modo abrirla lo más rápido posible y ventilar de esta manera el espacioso lugar. —¿Por qué sigues haciéndome esto? —Indagué, una vez, terminé de toser—¿Quieres que nos maten a todos?—¿Quizás?Su confesión me dejó algo aturdida, el rubio, dejó reposando sus codos a la altura de sus rodillas, desde aquí podía ver lo rojizo de sus mejillas, percatándome de que estuvo bebiendo hasta quedar en este estado. —Deberías irte a dormir, Dragón, no deberíamos estar a solas tú y yo, si algún hombre del señor Toshiba se llega a dar cuenta de que estamos aquí, juntos, estaremos en problemas. —Hubo un silencio pausando entre los dos—, podr&ia
Capítulo 31Mina SimonsMe siento mareada, entre tanto las manos bastas del criminal delante de mí, rodean descaradamente cada centímetro de mi piel, mi respiración se siente entre cortada, sin embargo, intento mantenerme lo más cuerda posible. —Si quieres que me detenga, pídelo ahora, Mina, hazlo ahora, porque una vez que cruce los límites entre nosotros, no me voy a detener, aunque me ruegues de rodillas…—Pasé saliva con dificultad, comprendiendo la magnitud de sus palabras. De repente, asentí por inercia con la cabeza, mi cuerpo pedía a gritos esto, deseaba desesperadamente ser tocada una vez más por lo prohibido.—Hazlo…—Rogué, con mis ojos suplicantes—, hazme tuya, Aric, quiero tenerte dentro de mí—. Las manos tocas de Dragón, recorrieron cada centímetro de mi cuerpo apenas este logró escuchar mi orden, mi cabeza golpeó delicadamente el cristal de la enorme ventana detrás de nosotros, en el instante en que su pecho presionó descaradamente el mío, miles de pensamientos se atravesa
Capítulo 32Mina SimonLos ojos fulminantes del japones, primero se posan sobre mí, para luego agarrar del codo a su ex yerno y sacarlo de esta manera a rastras de mi habitación, como puedo salgo corriendo en busca de algo con que cubrir mi desnudez, y termino agarrando una salida de baño que se encontraba justo encima del lavabo. Peino un poco mi cabello alborotado, antes de dar pasos agigantados hacia la sala.La escena que me acabo de encontrar es horrible, el señor Toshiba está golpeando con fuerza al esposo de su difunta hija, este, impacta su bastón contra su rostro una y otra vez, hasta que la sangre de Dragón salpica la alfombra en donde su cuerpo se halla reposando.Intento por todos los medios llegar hasta él, sin embargo, dos guardias del lider de los Yakuza, me sostienen de los brazos quizás para que no interrumpa a su jefe en lo que está haciendo. El anciano sujeto, penetra las hebras negras del cabello del noruego, para enseguida tirar con fuerza de estas mismas, obligán
Capítulo 33Mina SimonTodos los guardias dentro de la mansión Toshiba activan sus armas, mientras que la única mujer entre todos ellos, me sostiene del brazo para arrastrarme fuera de la residencia del lider de los Yakuza. Mi corazón latió con fuerza en el instante en que mi cuerpo cayó dentro de una de las camionetas de propiedad de Dragón, y esta arrancó lejos de todos sin dudarlo.Intenté mantenerme calmada, estaba más que segura que lo único que importaba ahora mismo era recuperar a Jeremié, puesto que Ramiro no se atrevería a hacerme nada, porque valgo más viva para él que muerta. Mi cuerpo se sacude con fuerza cuando pasamos por un pequeño cerro, no sé en qué parte de Francia estamos, ni siquiera sé si esto sigue siendo mi país.La falta de oxígeno en mis pulmones me comienza a sofocar, los minutos y segundos siguen pasando, pero este vehículo sigue su marcha como si me estuviesen llevando al fin del mundo. Un hilo de sudor se desliza por mis mejillas, creo que es más de medio
Capítulo 34Mina SimonAprieto los parpados con fuerza, podía sentir los últimos segundos de mi aliento desprenderse de mis pulmones para ser expulsados por mi nariz. Mis oídos, oían con claridad el golpeteo doloroso de mi corazón en medio de mi pecho, al percibir como la fría arma de Dragón, rozaba la piel pálida y trasparente de mi frente.La brisa de la noche cobijó por completo todo mi cuerpo, comprendía que este sería mi fina, comprendía que desde un principio no debía estar viva, porque desde hace mucho tiempo mi destino era morir. Mis manos penetraron la hierba verde del suelo, porque deseaba sentirme viva por una milésima de segundos más; deseaba aferrarme a algo que ya no era mío, sin embargo, alguien repentinamente me tumbó hacia atrás, logrando que mi espalda chocara bruscamente contra el piso.—¿Qué crees que estás haciendo, Jeremié? —Entonó su hermano, una vez alcancé a abrir los ojos—¿De verdad quieres que te maten? ¡Quítate del medio! —Dragón, gritó, tirando del brazo d
Capítulo 35Mina SimonSiento como algo presiona con fuerza mi pecho al punto de no poder respirar con normalidad, todo a mi alrededor se siente realmente confuso. Un liquido caliente se desliza por mi rostro hasta empapar completamente la mitad de mi cuerpo, mi cuello era incapaz de sostener mi cabeza, y presentía que en cualquier momento me iba a morir.Lo que vino después fue mucho peor, mi mirada siguió a Dragón junto a su hermano menor, y el señor Toshiba, los tres corrían hacia una vereda en donde los estaba esperando una camioneta, y cuando menos lo vi venir, se fueron, se fueron lejos de mí, dejándome aquí sola.…No me llevaron…Fue lo primero que pensé, sin embargo, al final pensaba que era lo mejor, ¿Por qué tendría que huir cuando yo no hice nada? ¿Por qué mi vida se tendría que acabar cuando en realidad yo no pedí nada de esto? Mi corazón latió con fuerza dentro de mi pecho, me estaba quedando sin oxígeno, mientras que Bastián hacia todo lo humanamente posible para mantene
Capítulo 36Mina SimonMi corazón late tan rápido que siento que no puedo respirar correctamente, mi mente se nubla por un segundo, antes de tallar mis parpados con la articulación de mis dedos y darme cuenta de lo que está sucediendo. Mis pies dan un paso hacia adelante, mientras que todo mi ser está temblando, mi mentón vibra un par de veces, y aunque intento decir algo, las palabras simplemente mueren en mi boca.Mis hombros se sienten pesados, estuve por dos largos años buscándolo, incluso, llegué a pensar que estaba muerto, pero ahora aparecía delante de mí, así, de la nada, que ni siquiera sabía como debía reaccionar. Dragón se ve mucho mayor de la ultima vez que lo vi, ahora luce una perfecta barba algo canosa que cubre la mitad de su rostro, los años han pasado por encima de él, sin embargo, sigue viéndose tan apuesto como antes.Lleva puesto un traje de dos piezas en una tonalidad azulada, el color resalta la hermosura de su rostro, entre tanto mis ojos se pierden en lo bien