Xavier Me dolía pensar en lo que había sucedido a mi manada. Mis padres, mis abuelos y mis ancestros habían cuidado Colmillos Blancos con tanto empeño y amor, y en poco tiempo parecía destruida. No solo había horror, muerte y miedo de punta a punta; no solo Aníbal había tomado posesión de mi terri
Carmen—Un poco más... solo un poco más —susurraba Luna Blanca a mi lado. Ella parecía haber pasado por mucho; se veía cansada, y no sé cuánto tiempo habíamos estado aquí, pero el esfuerzo se notaba, Luna jadeaba. De reojo, vi también que Paola venía a nosotras y tomaba la mano de Tatiana, empujand
FabrizioMarina va a abrazar a Bruno, los Lobos Salvajes celebran un gran triunfo que también es de ellos, los grandes guerreros llamados a protegernos. Sebastián aparece y carga a Tatiana, dándole vueltas y besándola.—Estoy bien, de verdad, solo cansado —suspira Alaric mientras Paola le coloca una
FabrizioNadie lo dice, pero después de una guerra siempre hay mucho que hacer. La batalla en Colmillos Blancos había sido colosal; la destrucción que nuestro enemigo había causado fue terrible.—Estoy mucho mejor, Luna, lo prometo —responde el rey, mientras Luna Carmen se dedicaba a atender las her
Carmen Pocas cosas se pueden comparar a despertarse sabiendo que el día será común y corriente, sin estar presa de un alfa loco, o despertarse en un castillo sin saber cuál va a ser tu destino. O quiz.as peor…amanecer día a día, en un lugar donde te han relegado porque nadie te quiere ver, ni siqui
Marina La manada volvía a restablecerse poco a poco. La mayoría de los aliados habían venido a ayudar, y con las acciones de Su Majestad se habían dado varios avances imprevistos. Colmillos Blancos volvía a ser la manada exitosa que había sido siempre.También ayudaba mucho que se había hecho famos
CarmenPor fin estábamos volviendo a la normalidad, o por lo menos a la extraña normalidad que venía después de todo lo que habíamos pasado. Recordé las palabras del Rey, que habíamos cambiado, que quizás no volveríamos a ser los mismos.Pero la realidad era que no todos los cambios son malos. Quizá
CarmenXavier me sube al caballo y se coloca detrás, abrazándome mientras recorremos la manada. Cada vez aparecían más flores, y el césped era verde, los animales paseaban y se respiraba un aroma fantástico.—¿Te acuerdas de la cabaña y el lago? —me habla al oído, apretándome y acariciando mi vestid