Hola hola! Otro capitulo doble :)
Carmen—Fabrizio... ¿Qué sucedió? —pregunté, despertándome de repente y viendo al vampiro sentado a mi lado en la cama. Tenía una herida en su cuello, pero se había cambiado de ropa y lucía ahora uno de sus trajes siempre impecables.—Tienes que ser más específica, Luna… han pasado demasiadas cosas
Fabrizio —¿Te encuentras bien, Fabrizio?——Sí, Su Majestad —le digo, tocándome el cuello. Lo que esa bestia me habia hecho, me había dejado secuelas que esperaba se curaran pronto, y rezaba porque esos seres dejaran de existir.—Sé que has hecho mucho y no siempre te lo digo... gracias por estar aq
Xavier—¿Están seguros de que es acá?— no podía creer que volvía a mi manada, para una guerra.—Sí, alfa... este ha sido desde siempre el lugar de Amorak, se puede sentir el poder de las montañas. Si el enemigo quiere hacer el ritual, definitivamente tiene que realizarlo en Colmillos Blancos —explic
AlaricNo me gustaba esta Luna, no me gustaba el hecho de que no me hacía reverencia y no parecía reconocer mi poder y mi rango. Además, se quedaba observando mi puñal, atenta a mis movimientos.—Lobos Salvajes... ¿Es verdad lo que dicen? Nuestra Luna es posiblemente la persona más importante en est
Aníbal Dicen que no hay casualidades en la vida. Xavier mató a mi hermano y quiso quedarse con mi manada Luna de Sangre. Ahora la vida me da la revancha: si todo salía bien, yo me quedaría con Colmillos Blancos, su gente, su poder. No era azar, todo sucede por una razón.—Alfa, Lucio irá por su her
AlaricEl aire cambiaba mientras Lucio se acercaba. Se movía con gracia como si hubiera nacido rey, como si supiera que el mundo era suyo y él solo tenía que tomarlo con un movimiento de su mano. Estaba vestido con un traje gris claro, igual que su lobo, una capa larga y su mirada en mí. Era tal cu
Fabrizio —Estaremos bien, Fabrizio——Solo cuídense Lunas —les digo cuando escucho un grito ensordecedor al otro lado de la batalla, se supone que yo iba a estar abajo, protegiéndolas, pero ahora algo llamaba mi atención y no podía dejarlo pasar.—Ve —me dice Carmen, y yo no pierdo tiempo y corro.
Carmen —Gracias por confiar en nosotros, Luna. No le puedo empezar a explicar con palabras lo importante que es para mi pueblo que hayas creído en nosotros —me decía Luna Blanca. Era una mujer pequeña y mayor, con algunas canas, y, sin embargo, se le veía que tenía una fortaleza interior que hacía