Bien dicen que el miedo no anda en burro, pero ahora se enfrentaría a sus padres, y todo por la locura de una noche.
-¿Puedo saber dónde andaban? -dijo Melody muy preocupada.
-Yo también quiero saber -dijo Caleb sonriendo (Por no decir que tenía cara de chismoso).
-Si a esas vamos, me uno al chisme -comento Said, con las manos sobre el pecho.
Vaya amigos, cuando los necesitas se confabulan en tu contra pensó Daniel. No era momento de gastar sus energías con ellos, esperaba los reclamos de sus padres y de sus tíos desde que entraron por el portón.
-Yo no sé qué hicieron, pero si les puedo decir, que si saben rezar empiecen. Sus padres los esperan en el despacho -dijo Bruce muy serio.
Conocía muy bien a Daniel, a pesar de que cometía muchas estupideces seguidas escaparse de esa manera no era su estilo, esto tenía un toque de ella. Pero no era el momento de averiguarlo, sus padres los esperaban y no de la mejor manera.
-Gracias. V
Mientras ella salía del despacho, seguida por su madre y su tía, los hombres se habían quedado para saber que estaba pasando, por mucho que quisieran no se tragaban ese cuento de los dos, menos conociendo a sus hijos. En cuanto Melody vio salir a su amiga, fue tras ella, quería saber la verdad desde la fuente y eso era precisamente lo que haría. Era raro el comportamiento de Kiya, sobre todo porque involucraba a Daniel, al que se supone que no soporta por muchas cosas. Como era de esperarse el Club de Toby tenía diversas especulaciones sobre el tema. Por más que trataron de presionar la situación, ninguno de los dos aflojo, se mantuvieron firmes en la mentira, para ello tuvieron que mover algunas influencias de “K” en el bajo mundo para que los artículos que habían mencionado ante sus padres, llegaron a su casa el día siguiente, dando así veracidad de los hechos. Los días transcurrieron sin complicaciones, poco a poco habían obtenido la información de las per
-Santa virgen de la macarena, ¡CASADA!, ¡Nooo!, esto no puede ser verdad. Yo… yo… yo no pude hacer esto -dijo Kiya, mientras gritaba como loca desquiciada en medio del cuarto (de por sí ya estaba loca la pobre, quedo peor). -No sé qué decirte -dijo Melody. –A veces eres una loca desquiciada que necesita de mí para sobrevivir, pero ahora no tengo como salvarte, esto es más que una locura. -¡Cállate! No ves que no carburo lo que dice esa hoja y tú sigues poniéndole sal a la herida. Ahora si me dejan sin herencia mis padres, creo que más de uno se volverá loco con esta noticia -dijo Kiya. -Bueno, debes de preguntarle a Daniel ¿Qué paso se fin de semana? -dijo Melody tratando de quitarle importancia al asunto, mientras veía el estado en que se encontraba su amiga. -Llámalo -ordeno Kiya. -¿Yo por qué? Si tú fuiste la que se fue de fiesta con él -respondió Melody. Le gustaba ver a su amiga en apuros, y ahora se está divirtiendo a lo grande a
-¿Ustedes de verdad se volvieron locos? -pregunto Bruce. Después de que todos tomaron asiento para buscar una solución a un problema que no tenía. -¿Cuándo pensaban decirnos? -dijo Andrew. -Yo… yo… yo apenas me di cuenta hoy -dijo Kiya. -Deja de jugar, ya sabemos de lo que eres capaz -respondió Caleb. Todavía no olvidaba como trato a su amigo meses antes, que lo hizo alejarse de ellos, y él tuvo que pagar las consecuencias en México (bien que te acuerdas de la chica que te puso en tú lugar mequetrefe de quinta). -Ella tiene razón -respondió Melody. No iba a permitir que trataran mal a su amiga, eso solo lo podía hacer ella y nadie más. -Kiya encontró el documento cuando abrió la bolsa que iba a usar hoy, como no sabía de qué trataba, se dispuso a leerlo, hasta que se dio cuenta de que tenía entre sus manos su acta de matrimonio, por lo que llamo a Daniel para aclarar el asunto. Así que ni se les ocurra culparla de algo, porque
-Daniel es tiempo de hablar con nuestras familias, deben saber lo que está pasando antes de que la prensa se entere -dijo Kiya, tronándose los dedos en aquel sofá.-Estoy de acuerdo contigo, pero recuerda que hay muchas cosas en juego princesa, no será tan fácil que digamos -respondió Daniel. – Tu madre sigue muy molesta y la mía ni se diga.-Lo comprendo Dani, pero no podemos seguir ocultándolo, la cosa se pondrá peor si nos tardamos mucho en hablar con ellos -dijo Kiya.-Lo sé, lo sé princesa, pronto se lo diremos, solo ten un poco de paciencia, yo tampoco puedo esperar más tiempo. Eso sí, tómame muchas fotos -dijo Daniel.-¿Fotos? ¿De qué hablas? -pregunto Kiya.-Las fotos son para que me puedas reconstruir después de que todo esto se sepa -dijo Daniel riendo, ya no se sabía si reía de los nervios o po
-Bueno, en sí, tenemos una noticia que darles. Papá, tío, Kiya y yo estamos casados, les aseguro que esto no es una broma ni un juego -dijo Daniel muy serio. Ahora si la bomba había estallado, dejando con la boca abierta a los padres de ambos. Sus padres se miraran entre sí, para después mirarlos a ellos, tal parece que habían escuchado un chiste, porque ambos soltaron una risa que lleno toda la oficina (se nota que ya no le creen ni los buenos días). Kiya y Daniel estaban sorprendidos por la reacción de sus padres, minutos antes los estaban acribillando a preguntas por un bebe que era mentira, pero ahora, todo era diferente, tal parece no creyeron en lo que Daniel comento. -Excelente chiste. El mejor que pudieron decir después de la broma de Kiya -dijo el Sr. Leandro. -¿Broma? Te aseguro que esto no es un broma padre -dijo Daniel, mientras tendía una hoja doblada hacia ellos. -¿Qué es esto? -pregunto el Sr. Kurt. -
Al parecer se estaban enfrentando a unas nuevas personas, ambos sabían de lo que eran capaz de hacer, conocían el temperamento de sus padres y de cómo atacarían para que no estuvieran juntos. Pero sus padres no esperaban que ellos estuvieran preparados para continuar con la relación que por muchos años dejaron de lado, por malos entendidos. Estaban verdaderamente sorprendidos y eso que no sabían de los negocios de sus hijos. Les tomo tres horas de intercambio de ideas por parte de los cuatro para hablar sobre el tema, por fin llegaron a un acuerdo en común (si es que se le puede llamar de esa forma). La cena no podía pasar desapercibida, dado que eran los hijos mayores de ambas familias, sus padres pretendían hacerla con bombo y platillo, pero los chicos estaban firmes en anunciar su boda de manera privada, a las personas que realmente les importaba, el resto del mundo para ellos no era relevante. Como era de esperarse, el Sr. Kurt se salió con la suya e hizo que la
-Es hora de cenar chicos, vamos que muero de hambre -dijo la Sra. Elena. -Perfecto amor, yo también muero de hambre cariño -dijo el Sr. Kurt. –Además Kiya y Daniel les tienen una sorpresa que seguro alegra sus días indefinidamente. -¿Sorpresa? -dijo la Sra. Elena. -Nada, nada, mi padre que solo está jugando. ¿Verdad papá? -dijo Kiya. -¿Yo también puedo saber de qué se trata la sorpresa? -pregunto Said muerto de la risa. -No, y deja de molestar -respondió Daniel muy serio. Sus amigos no estaban ayudando en nada para dar la noticia. Con amigos como ellos, para que quería enemigos. -Estoy muy nerviosa, no sé cómo lo tomara mamá y la tía -dijo Kiya a Daniel, quien la sostenía de la mano camino al comedor. -Tranquila princesa, pase lo que pase, estaré a tú lado siempre -dijo Daniel, dándole un beso en la mejilla. Mientras ellos seguían pensando en cómo anunciar su matrimonio delante de todos, dejaron de lado algo imp
Nunca es tarde para empezar de nuevo. Cuando un camino se cierra, ten por seguro que se abren mil más delante de ti. La noche fue interminable, con todo lo que se les venía en juego era mejor estar preparados para no recibir más sorpresas de las que estaban teniendo. Los padres de Kiya y Daniel aceptaron el matrimonio por “error” de sus hijos. Sabía que sucedería tarde o temprano, pero estos jóvenes adelantaron todos los planes que ellos tenían (adiós boda pomposa). Justamente un mes después de aquella cena tan, pero tan peculiar entre las familias, se llevaría a cabo la boda por la iglesia. Desde el día que fue anunciada, todos la esperaban con ansias (el cotilleo a todo lo que da entre la crema y nata de la socialite en Grecia). Dos familias muy importantes se estaban uniendo a través de sus hijos, lo que significaba que muy pronto los negocios también estarían entrelazados, beneficiando a muchos. Las empresas pertenecientes a estas familias