Parte 1...

Después de que Nicolás salió de su oficina, Dominique se quedó sin aliento, pensando en el beso y en lo que él había dicho.

No era de extrañar que muchas mujeres quisieran estar con él, además de sus propios deseos de dinero y fama. Nicolás era un hombre que sabía cómo encantar los oídos de una mujer. Cuando quería, tenía las palabras adecuadas para encajar en el momento.

Y esto, sin duda, también era seductor. Era difícil resistirse cuando se mostraba así. Pero ella sabía que era por las cámaras instaladas allí.

Ojalá no fuera así. No le molestaría que un hombre como él realmente tuviera interés en ella, pero desde que había un acuerdo, sabía que Nicolás hacía las cosas de manera deliberada y no por una atracción real.

No podía mostrar demasiado su sorpresa por el beso. Quería tocar sus labios, pero eso sería demasiado evidente. Volvió su atención a lo que estaba haciendo y tuvo la idea de deshacerse de las cámaras.

Tomó el teléfono de la mesa y ahí estaba el ruido que ind