Mientras tanto, Jeremiah estaba en su oficina, preocupado por Chiara. Sabía que la había metido en una situación peligrosa y se sentía responsable de su seguridad. Pero también sabía que ella era valiente y estaba dispuesta a arriesgar todo para ayudar a los demás. Él hacía tiempo que había decidido tirar la toalla con la mafia.Había visto suficiente violencia y corrupción en su vida y había llegado a la conclusión de que era hora de hacer algo diferente. Por eso, había estado trabajando en secreto para desmantelar la organización y llevar a los criminales ante la justicia.Pero sabía que no podía hacerlo solo. Por eso, había buscado a Chiara. Había visto en ella la misma pasión por la justicia que él mismo tenía y sabía que juntos podrían hacer una gran diferencia.Mientras pensaba en todo esto, su teléfono sonó. Era uno de sus hombres de confianza, informándole que habían localizado a Chiara, Enzo y Julia en una de las propiedades de la mafia. Jeremiah supo entonces que era hora d
FLASHBACKChiara estaba sentada en el suelo frío y húmedo de la mazmorra, con los brazos abrazando sus rodillas. La habitación estaba a oscuras, con sólo una pequeña ventana en la puerta para dejar entrar un poco de luz. El silencio era ensordecedor y lo único que se oía era su propia respiración y los latidos acelerados de su corazón. Se preguntaba cómo había llegado a esa situación y cómo iba a salir de allí.De repente, la puerta se abrió y entró uno de los guardias de la mafia. La luz del pasillo iluminó la habitación y cegó a Chiara durante unos segundos. El guardia la miró con desprecio y le dijo:—Tú eres la novia del traidor, ¿verdad? Pensé que eras más lista que eso.Chiara se levantó con determinación incrédula ante la acusación.—No soy la novia de nadie. Soy una maestra que intenta hacer el bien en este mundo. Y tú eres un hombre que trabaja para la mafia, ¿cómo puedes vivir con eso?El guardia la miró con desprecio antes de cerrar la puerta y marcharse, dejando a Chiara s
Chiara caminaba por los pasillos de la escuela, sintiendo que todo era familiar y extraño al mismo tiempo. Los pasillos de la escuela estaban iluminados por la luz natural que entraba por las ventanas, y los sonidos de los estudiantes y profesores llenaban el aire. Chiara se detuvo por un momento para recordar sus días anteriores, cuando la escuela era solo un lugar de trabajo para ella, sin emociones ni aventuras. Ahora, todo había cambiado.Recordó cómo había estado en peligro, cómo había enfrentado a la mafia, y cómo había logrado salvar a sus estudiantes. La experiencia había cambiado su perspectiva de la vida y de su trabajo. Ahora se daba cuenta de que no solo estaba enseñando a los estudiantes, sino que también los estaba preparando para enfrentar los desafíos que la vida les presentaría.Mientras caminaba, Chiara notó que muchos de los estudiantes y profesores la miraban de manera diferente. Sabía que habían oído hablar de sus hazañas y se preguntaba qué pensaban de ella ahora
La rutina diaria de Chiara comenzaba temprano en la mañana, antes de que el sol se levantara. Se levantaba antes de que sonara la alarma, se vestía rápidamente y salía de su humilde apartamento. Luego caminaba hacia la estación de tren, donde tomaba un tren que la llevaba a través de la ciudad.Durante el viaje en tren, Chiara aprovechaba el tiempo para preparar su día. Revisaba su lista de tareas pendientes y organizaba su horario. Una vez que llegaba a su destino, caminaba hasta el centro comunitario donde trabajaba.El centro comunitario estaba ubicado en un barrio pobre de la ciudad y estaba diseñado para ayudar a los jóvenes a desarrollar habilidades prácticas y darles oportunidades para un futuro mejor. Chiara era responsable de organizar talleres y actividades para los jóvenes, y trabajaba duro para asegurarse de que el centro cumpliera su propósito.La mayoría de los jóvenes que venían al centro eran de familias pobres, y muchos de ellos habían tenido dificultades en la escuel
Enzo y Julia solían pasar mucho tiempo juntos, compartiendo sus pasatiempos y disfrutando de su mutua compañía. Sin embargo, Chiara notó que últimamente habían dejado de hacer muchas de las cosas que solían disfrutar juntos. Enzo solía jugar al fútbol con sus amigos en lugar de ir al cine con Julia como solían hacerlo antes. Y Julia a su vez, comenzó a pasar más tiempo con sus amigas, saliendo de fiesta hasta altas horas de la noche, algo que antes no hacía con tanta frecuencia.Chiara también notó que la comunicación entre Enzo y Julia había disminuido, ya no hablaban tanto como solían hacerlo y cuando lo hacían, a veces parecían discutir más de lo normal. Además, la pareja ya no mostraba tanta demostración de afecto en público como antes, como tomarse de la mano o darse besos en la mejilla.Chiara estaba preocupada por la relación de sus amigos, sabía que eran una pareja feliz y no quería verlos sufrir. Por eso, decidió hablar con ellos por separado para entender mejor la situación
Jeremiah llegó al instituto con una expresión tensa en su rostro. Había venido a por Alex.Cuando lo encontró, le explicó que había sido contactado por uno de sus antiguos hombres, quien le informó que se llevaría a cabo un intercambio de drogas en el instituto esa misma tarde relativo con su clase.Alex escuchó atentamente las palabras de Jeremiah, manteniendo una expresión neutral en su rostro. Era un hombre misterioso y calculador, y sabía que para ganarse la confianza de Jeremiah debía ser cuidadoso con sus palabras y acciones.—Entiendo— respondió Alex con calma. —¿Y qué piensas hacer al respecto?—Jeremiah frunció el ceño, desconfiado. Sabía que Alex no era un hombre de muchas palabras, y eso lo hacía aún más sospechoso en sus ojos. Pero también sabía que necesitaba ayuda para hacer este intercambio de manera segura y efectiva.—No lo sé— respondió Jeremiah, rascándose la barba. —Supongo que necesitaría a alguien que me ayude a vigilar el lugar mientras se lleva a cabo el interc
Chiara estaba emocionada por su primera cita con Alex. Llevaba tiempo esperando este momento, pero también se sentía un poco nerviosa. Quería que todo saliera perfecto y que Alex se sintiera cómodo con ella.Llegó el momento de la cita y Alex la recibió con una sonrisa en el rostro. Le abrió la puerta del coche y la invitó a sentarse. Mientras conducía hacia el restaurante, hablaban de todo un poco, desde sus pasatiempos hasta sus planes futuros.Llegaron al restaurante y Alex pidió una mesa para dos. Se sentaron y comenzaron a mirar el menú. Alex era un caballero y dejó que Chiara eligiera primero. Después de hacer sus pedidos, comenzaron a hablar sobre sus vidas y sus experiencias.Chiara se sintió muy cómoda con Alex. Era fácil hablar con él y sentía que podía confiarle cualquier cosa. Mientras hablaban, notó que Alex era un poco misterioso y había algo en él que no podía explicar.Después de la cena, Alex la invitó a dar un paseo por el parque cercano. El ambiente era relajado y a
Jeremiah y Alex habían comenzado a trabajar juntos para acabar con la mafia. Sin embargo, las cosas no estaban resultando como Jeremiah había esperado.Alex parecía tener un enfoque diferente al de Jeremiah en cuanto a cómo abordar la misión. Jeremiah prefería ser discreto y mantener un perfil bajo para no llamar la atención de los mafiosos, mientras que Alex parecía disfrutar de tomar riesgos y hacer cosas que podrían ponerlos en peligro.Esto se convirtió en un punto de conflicto entre los dos, y comenzaron a discutir más a menudo. Jeremiah estaba cada vez más frustrado con Alex y su enfoque arriesgado.Un día, Alex llegó con información sobre una reunión importante de la mafia. Sin embargo, la forma en que había obtenido la información no era clara y Jeremiah comenzó a dudar de su fiabilidad.—No me gusta esto, Alex. ¿Cómo obtuviste esta información?—preguntó Jeremiah con desconfianza.—No importa cómo lo hice, lo importante es que lo conseguí. Y si queremos acabar con esta mafia,