Hallie
Llegamos a la casa de Bakhet pasada la medianoche. Wolf había logrado recuperar a la hija de Beca, pero ella no estaba intacta. La chica no dejaba que nadie se acercara a ella, lloraba y gruñía, ni siquiera permitía que se le acercaran para curar sus heridas. Tuvieron que suministrarle un calmante a la fuerza para poder tratar sus heridas y poder revisarla. Quise equivocarme, rogué estar en un error, pero esos infelices no se detienen por nada, ni siquiera por uno de su misma especie.
Bakhet está callado y yo no hago nada por romper el tenso silencio que se formó entre nosotros. Se que, diga lo que diga, es mi culpa que h
HallieMentirle a la familia lobo fue fácil. Llegar a la casa del alfa fue más fácil aún. Robar la motocicleta guardada en su garaje fue pan comido.Viaje por el bosque y la carretera hasta el ingreso de la ciudad. Logre entrar por calles secundarias para evitar el tránsito y que alguien me descubriera y hablara con Bakhet. Si él se entera volverá a encerrarme en su bosque rodeada por un centenar de soldados lobos. No puedo permitirlo, no puedo dejar que el instinto sobreprotector de macho alfa me alcance, o Lessa estará perdida.
HallieAbandonamos la motocicleta a unas manzanas de la dirección que obtuvimos. El resto del camino lo hicimos a pie. No me cabe duda de que Bakhet no tardará en empezar a buscarme.—Debemos darnos prisa—digo.Llegamos a la dirección. El edificio abandonado se alzaba ante nosotros imponente, oscuro y tenebroso. El revoque caía de las paredes, las puertas estaban bloqueadas con tablones de madera y la maleza
HallieLa sangre de mis venas se congeló un segundo antes de empezar a hervir, el fuego de mi interior siendo alimentado por el odio que aumenta cada instante en que mis ojos ven, mis oídos escuchan y mis sentidos detectan a esa loba.El gruñido se escapa de mi control, provocando que los escombros y las débiles paredes tiemblen. Como me gustaría que hubiese un techo sobre su cabeza para tirárselo encima y que muera aplastada por el cemento. Pero esa sería una muerte demasiado rápida para mi satisfacción.
HallieUn señuelo. Lessa es un señuelo para atraerme sola hasta aquí.Detesto que me conozca tanto. ¿Por cuánto tiempo me espió? ¿Cuánto tiempo se necesita para conocer a una persona tan a fondo, al punto de predecir sus acciones? Años, años eternos en los que a dedicado cada segundo, cada instante a conocerme, acecharme.Blanca está enferma, no es una novedad para mí, pero su enfermedad mental supera todo l
BakhetEran las seis de la tarde cuando Sara lo llamó preocupada. Hacía varias horas que Hallie había ido a caminar por el bosque y aun no daba señales de vida. Bakhet se preocupó, y su lobo se inquietó. Y detesto como nunca ser un alfa y tener que encargarse de su manada. Envío a sus betas y soldados de más confianza a buscarla en el bosque. Fue Wolf quien, después de dos horas de seguir su rastro, regreso a él en su oficina y le comunicó.—Seguí su rastro desde la casa de Sara hasta su casa.—
HalliePuedo escuchar el golpeteo de un corazón. Despacio, y relajado. Está cerca y se oye fuerte. Vital, con mucho aún por vivir. Es mi corazón, pienso al escuchar con más atención. En la oscuridad infinita, donde no hay nada, solo puedo escuchar los latidos de mi propio corazón.Estoy viva, creo.Me concentro, en cada parte de mi cuerpo. Mis manos, mis dedos, mis pies,
TheodoroTheo estaba furioso. Y aterrado. La idea de perder otra vez a su hermanita le estaba matando. Pasó menos de una hora desde que Hamlet lo había llamado avisando de la huida de Hallie y Theo ya tenía organizado a todos los leopardos fuertes en camionetas blindadas. En menos de diez minutos las camionetas abandonaron los terrenos de la manada ante la atenta mirada de todos, quien miraban preocupados su marcha.A mitad de camino a la ciudad de los lobos, una alarma de alerta aparece en su teléfono. Era de Hallie, del reloj especial que le había dado. Su hermanita pedía ayuda y él es
HallieLe cuento todo. Desde que abandone la manada feliz de poder independizarme, de ir a la universidad. Le conté la presión de tener un alfa dentro de mí y de tener que inclinarme ante otro, la razón principal por la que me fui a pesar de que nadie quería que lo hiciera. Le conté cuando me secuestraron. Como me asaltaron, en la calle a pela luz de día. Le conté todo lo que ellos me dijeron, pero no pude decirle todas las cosas que me hicieron. Es mi padre, suficientes heridas cargo yo para que él también las lleve.Hable del manicomio. De cómo rescatamos a Lessa con ayuda de la detective. Del juego de la loba. Y le conté lo q